Se desplaza gracias al impulso de sus aletas pectorales en forma de abanico, ayudadas por la ondulación ondeada de las aletas dorsal y anal. Su coraza espinosa, presenta pequeñas espinas y tubérculos que le dan una textura áspera y desigual. Cuando se sienten amenazados tiene la capacidad de segregan una sustancia venenosa que hace que sean devueltos por sus predadores cuando los han intentado devorar. La toxicidad de esta sustancia se debe al ingesta de un tipo de alga que le proporciona esta defensa.