Un padre con su hijo de 10 años se dirigía en taxi al Parque de Atracciones de Madrid para pasar la tarde. Al ir acercándose al aparcamiento, al niño le llamo la atención la cantidad de chicas de todas las razas, vestidas de forma extraña y con poca ropa, que permanecían de pie en la cuneta mirando a los coches que pasaban, y pregunto a su padre:
- ¿Qué hacen todas estas señoras por aquí, papá?
El padre contesto, intentando parecer convincente:
-Son chicas que vienen de una fiesta de disfraces y están esperando a que su novio o sus padres las pasen a recoger.
Pero al taxista no le pareció bien aquella respuesta, y sin que nadie pidiera su opinión, dijo al padre:
-No engañe al niño, hombre, que ya es mayorcito para saber las verdades de la vida...-y continuo, ya dirigiéndose al niño:
-Estas "señoras", chaval, son putas, y se dedican a esperar que pare un cliente para hacerlo con él a cambio de dinero, ¿comprendes?
El niño se quedo pensativo, intentando digerir lo que acababa de escuchar, le asaltó la curiosidad:
-Entonces, papá, ¿estas señoras también tienen niños?
-Claro hijo-repuso el padre-de algún sitio tienen que salir los taxistas.
- ¿Qué hacen todas estas señoras por aquí, papá?
El padre contesto, intentando parecer convincente:
-Son chicas que vienen de una fiesta de disfraces y están esperando a que su novio o sus padres las pasen a recoger.
Pero al taxista no le pareció bien aquella respuesta, y sin que nadie pidiera su opinión, dijo al padre:
-No engañe al niño, hombre, que ya es mayorcito para saber las verdades de la vida...-y continuo, ya dirigiéndose al niño:
-Estas "señoras", chaval, son putas, y se dedican a esperar que pare un cliente para hacerlo con él a cambio de dinero, ¿comprendes?
El niño se quedo pensativo, intentando digerir lo que acababa de escuchar, le asaltó la curiosidad:
-Entonces, papá, ¿estas señoras también tienen niños?
-Claro hijo-repuso el padre-de algún sitio tienen que salir los taxistas.