La mesera de un restaurante observa al ir con los menús a una mesa como el hombre sentado frente a una mujer se desliza en la silla hasta quedar bajo la mesa, completamente escondido bajo el mantel. Y le dice a la señora:
- ¡Traía dos menús, pero acabo de ver a su esposo deslizarse hasta quedar bajo el mantel! ¿Va a comer algo él?
- ¡No! ¡él no es mi esposo! Mi esposo acaba de entrar, ¡mire! Allí está parado en la puerta.
- ¡Traía dos menús, pero acabo de ver a su esposo deslizarse hasta quedar bajo el mantel! ¿Va a comer algo él?
- ¡No! ¡él no es mi esposo! Mi esposo acaba de entrar, ¡mire! Allí está parado en la puerta.