En cuanto a las plantas invasoras, la uña de león ('Carpobrotus edulis'), y la acacia ('Acacia dealbata') son las especies más perseguidas del territorio español. Estas especies se introdujeron en los ecosistemas autóctonos mediante su uso ornamental en jardinería y restauraciones en obras públicas. Casi todas las especies invasoras han sido introducidas por la acción humana. Los autores plantean que existan leyes y controles más estrictos, como cuarentenas, así como una inspección exhaustiva del transporte de mercancías.