"ARCA DE NOE" EN COLOMBIA
La expedición que halló los nuevos anfibios también registró la presencia de grandes mamíferos como el tapir de Baird, que se considera bajo peligro de extinción en Colombia, además de cuatro especies de monos y una población de pecarí barbiblanco, un tipo de animal parecido al cerdo.
"Sin lugar a dudas esta región es una verdadera Arca de Noé", dijo José Vicente Rodríguez Mahecha, el científico director del grupo conservacionista en Colombia.
"El alto número de nuevas especies de anfibios es una señal de esperanza, incluso con la seria amenaza de extinción que este grupo de animales enfrenta en muchas otra regiones del país y en el mundo", sostuvo Rodríguez en un comunicado.
La zona donde fueron encontradas las nuevas especies tradicionalmente ha servido como el lugar donde animales se mueven entre el sur y el norte de América. Aunque el terreno es relativamente poco asediado en la actualidad, el área afronta amenazas de tala selectiva, cría de ganado, caza, actividades mineras y fragmentación del hábitat.
Entre en el 25 y 30 por ciento de la vegetación natural en el lugar está siendo desforestada.
Moore dijo que proteger la zona de Tacarcuna también podría beneficiar a la población del lugar con la preservación de una importante reserva de agua.
"Nosotros no vamos allá e intentamos decirles que protejan los bosques y las ranas", declaró Moore. "Se trata de trabajar con ellos y encontrar soluciones más sustentables a largo plazo que progeterán esos recursos y finalmente los beneficiarán", añadió.
La expedición que halló los nuevos anfibios también registró la presencia de grandes mamíferos como el tapir de Baird, que se considera bajo peligro de extinción en Colombia, además de cuatro especies de monos y una población de pecarí barbiblanco, un tipo de animal parecido al cerdo.
"Sin lugar a dudas esta región es una verdadera Arca de Noé", dijo José Vicente Rodríguez Mahecha, el científico director del grupo conservacionista en Colombia.
"El alto número de nuevas especies de anfibios es una señal de esperanza, incluso con la seria amenaza de extinción que este grupo de animales enfrenta en muchas otra regiones del país y en el mundo", sostuvo Rodríguez en un comunicado.
La zona donde fueron encontradas las nuevas especies tradicionalmente ha servido como el lugar donde animales se mueven entre el sur y el norte de América. Aunque el terreno es relativamente poco asediado en la actualidad, el área afronta amenazas de tala selectiva, cría de ganado, caza, actividades mineras y fragmentación del hábitat.
Entre en el 25 y 30 por ciento de la vegetación natural en el lugar está siendo desforestada.
Moore dijo que proteger la zona de Tacarcuna también podría beneficiar a la población del lugar con la preservación de una importante reserva de agua.
"Nosotros no vamos allá e intentamos decirles que protejan los bosques y las ranas", declaró Moore. "Se trata de trabajar con ellos y encontrar soluciones más sustentables a largo plazo que progeterán esos recursos y finalmente los beneficiarán", añadió.