
Una mujer, con cara de amargura y angustia, se encuentra con una amiga.
- ¡Qué cara tienes! —exclama la amiga.
- ¡Cómo para no estar mal! Anoche soñé que mi marido le hacía el amor a la soltera del segundo B.
- Pero, vamos, ¿no te das cuenta que eso pasó en un sueño?
- Sí, pero si eso hace en mis sueños, ¿te imaginas las cosas que debe hacer en sus propios sueños?
- ¡Qué cara tienes! —exclama la amiga.
- ¡Cómo para no estar mal! Anoche soñé que mi marido le hacía el amor a la soltera del segundo B.
- Pero, vamos, ¿no te das cuenta que eso pasó en un sueño?
- Sí, pero si eso hace en mis sueños, ¿te imaginas las cosas que debe hacer en sus propios sueños?