Llega el momento de botar la barca nueva. El pescador avisa al cura del pueblo para que la bautice:
- ¿qué nombre le ponemos?
- pues yo había pensado, sr. Cura, "que pesque dios".
- no, hijo mio, no me parece reverente ese nombre es mejor que pienses otro y cuando lo tengas me vuelves a llamar.
A la semana siguiente avisan de nuevo al cura.
- bien, bien ¿y cual es ese nombrecito?
- hemos decidido ponerle "remedios" sr. Cura.
- hombre, eso está mejor. Y a qué se debe ese nombre, ¿es quizá el nombre de alguna pariente tuya?
- no, sr. Cura, pero hemos pensado que ya que no pesca, al menos que reme.
- ¿qué nombre le ponemos?
- pues yo había pensado, sr. Cura, "que pesque dios".
- no, hijo mio, no me parece reverente ese nombre es mejor que pienses otro y cuando lo tengas me vuelves a llamar.
A la semana siguiente avisan de nuevo al cura.
- bien, bien ¿y cual es ese nombrecito?
- hemos decidido ponerle "remedios" sr. Cura.
- hombre, eso está mejor. Y a qué se debe ese nombre, ¿es quizá el nombre de alguna pariente tuya?
- no, sr. Cura, pero hemos pensado que ya que no pesca, al menos que reme.