El
verano del 2003 visité un encantador
pueblo granadino,
fuentevaqueros. Me comí un helado sentada en una acogedora
plaza, di una vuelta en bici y visité la
casa de federico. Estuve apenas una mañana pero fue suficiente para enamorarme de sus
calles, de su gente, de su aire... Pienso volver...