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FUENTEVAQUEROS Y FEDERICO GARCIA LORCA
Los años como testigos
de un pasado doloroso,
donde existieron castigos
en un mundo caprichoso.
Fuentevaqueros fue cuna
de un poeta irrepetible,
cantor de copla y de luna
con su rima permisible.
Fuentevaqueros es vega
de esa Granada gozosa,
donde su nombre despliega
bajo su cultura hermosa.
Federico de pasiones
con el mundo de sombrero,
tuvo siempre sus razones
de andaluz y caballero.
Fuentevaqueros le marca,
y le traza el romancero,
en la rítmica le embarca
como un buen aventurero.
Versos llenos de dulzura
con su corazón sincero,
quizá borro la amargura
de algún pobre canastero.
En la vega de Granada
su nombre tiene reflejos,
aquella vida cortada
corre por caminos lejos.
Sus versos marchan volando,
nadie puede detenerlos,
a su paso van dejando
sonidos para entenderlos.
En la vega de Granada
resuenan fuerte sus ecos.
es una tierra cantada
donde no existen complejos.
Huertas cargadas de historia
hortelanos de su cielo,
Fuentevaqueros es gloria
de un presente de consuelo.
Pinturas que son pasajes
de un piano y un brasero,
donde se viven paisajes
de un ambiente limonero.
G X Cantalapiedra
Los años como testigos
de un pasado doloroso,
donde existieron castigos
en un mundo caprichoso.
Fuentevaqueros fue cuna
de un poeta irrepetible,
cantor de copla y de luna
con su rima permisible.
Fuentevaqueros es vega
de esa Granada gozosa,
donde su nombre despliega
bajo su cultura hermosa.
Federico de pasiones
con el mundo de sombrero,
tuvo siempre sus razones
de andaluz y caballero.
Fuentevaqueros le marca,
y le traza el romancero,
en la rítmica le embarca
como un buen aventurero.
Versos llenos de dulzura
con su corazón sincero,
quizá borro la amargura
de algún pobre canastero.
En la vega de Granada
su nombre tiene reflejos,
aquella vida cortada
corre por caminos lejos.
Sus versos marchan volando,
nadie puede detenerlos,
a su paso van dejando
sonidos para entenderlos.
En la vega de Granada
resuenan fuerte sus ecos.
es una tierra cantada
donde no existen complejos.
Huertas cargadas de historia
hortelanos de su cielo,
Fuentevaqueros es gloria
de un presente de consuelo.
Pinturas que son pasajes
de un piano y un brasero,
donde se viven paisajes
de un ambiente limonero.
G X Cantalapiedra