Este municipio tuvo sus primeros pobladores en la Prehistoria, tal y como atestiguan los yacimientos arqueológicos encontrados, de los cuales, sin embargo, no queda ninguno en explotación en la actualidad. Tuvo un especial protagonismo durante la última época de la ocupación musulmana porque fue objeto permanente de las incursiones que realizaban los caballeros cristianos acuartelados en Cazorla, acciones cuyo objetivo era hostigar a los habitantes de todo el lugar y despertar el miedo entre ellos para que no opusieran resistencia cuando se produjese la definitiva ocupación militar. Los Reyes Católicos la conquistaron en su victorioso camino hacia Granada, y a partir de entonces sufrió la presión de los nuevos conquistadores y las consecuencias de la posterior rebelión y expulsión de los moriscos, con nuevos episodios bélicos y un despoblamiento que fue remediado décadas después con colonos procedentes de otros reinos españoles.