Hola soy Rosana Alasino y vivo en La Cumbre, Sierras de Cordoba Argentina.
He tenido la enorme dicha de poder conocer Gualchos, lugar en el que nacio mi abuela la "Chita", Magdalena Jimenez, hija de Carmen.
Pensar en Gualchos es sentir tan cerca a Paquita, Carmen y familias que nos hicieron sentir tan cerca.
Cuando fuimos la primera vez alregresar escribi estas lineas a la familia y ahora que han pasado tantos años ya, me gustaria abrirlas a todos quienes de una u otra forma tienen que ver con este lugar maravilloso:
La Cumbre, 15 de Agosto de 2000
Queridos todos, imagino que estarán bien y me parece mentira que ya han pasado dos meses desde nuestro encuentro.
Aún me emociona recordar esos días y creo que fueron para definirlos de alguna manera mágicos. Esto de la sangre, de los inmigrantes, del océano, de los tiempos, de las presencias y las ausencias, es como si los orígenes se hubieran reacomodado, ahora nos conocemos más y así es mas lindo.
Le contaba a un amigo, que fue como que los famosos almendros de Gualchos se pusieron de pie, esos de las historias de mi abuela, que ahora tengo la certeza de cuánto habrá extrañado, ese mar y esas calles y el sonido de la fuente de agua que a pesar de todo nunca paró y nosotros integrados a ese todo que finalmente tomo dimensión real, rara historia la de los inmigrantes...... y de los que quedaron del otro lado del mar.... y de esa fuerza que existe a pesar del tiempo.....
Para nosotros fue tan importante este encuentro que tal vez no lo medimos estando allí, sino que será uno de esos momentos trascendentes de la vida que obviamente y al estar metidos en nuestra piel no olvidaremos jamás.... rara historia la de los afectos más allá de la cosa cotidiana, de los apuros diarios, de los amaneceres y los atardeceres.... sin importar demasiado los hemisferios en los que ocurren. Gualchos es hoy mucho más que antes, es más que aquel lejano lugar del que tanto hablaba la Chita, fue casi un homenaje a toda su descendencia, feliz ha de estar ella y mi madre en algún lugar......
Tenía ganas de compartir con ustedes todos estos pensamientos y puedo imaginarlos exactamente, leyendo estas líneas y también quería agradecerles todo ese amor al recibirnos como propios.
Bueno, ahora me despido y espero que les gusten las fotos.
Todo nuestro amor para todos ustedes y el mejor de los recuerdos. Piensen en venir, que pensando se dará.
Hasta muy pronto,
Rosana, Daniel y nuestros hijos Lara e Ignacio
He tenido la enorme dicha de poder conocer Gualchos, lugar en el que nacio mi abuela la "Chita", Magdalena Jimenez, hija de Carmen.
Pensar en Gualchos es sentir tan cerca a Paquita, Carmen y familias que nos hicieron sentir tan cerca.
Cuando fuimos la primera vez alregresar escribi estas lineas a la familia y ahora que han pasado tantos años ya, me gustaria abrirlas a todos quienes de una u otra forma tienen que ver con este lugar maravilloso:
La Cumbre, 15 de Agosto de 2000
Queridos todos, imagino que estarán bien y me parece mentira que ya han pasado dos meses desde nuestro encuentro.
Aún me emociona recordar esos días y creo que fueron para definirlos de alguna manera mágicos. Esto de la sangre, de los inmigrantes, del océano, de los tiempos, de las presencias y las ausencias, es como si los orígenes se hubieran reacomodado, ahora nos conocemos más y así es mas lindo.
Le contaba a un amigo, que fue como que los famosos almendros de Gualchos se pusieron de pie, esos de las historias de mi abuela, que ahora tengo la certeza de cuánto habrá extrañado, ese mar y esas calles y el sonido de la fuente de agua que a pesar de todo nunca paró y nosotros integrados a ese todo que finalmente tomo dimensión real, rara historia la de los inmigrantes...... y de los que quedaron del otro lado del mar.... y de esa fuerza que existe a pesar del tiempo.....
Para nosotros fue tan importante este encuentro que tal vez no lo medimos estando allí, sino que será uno de esos momentos trascendentes de la vida que obviamente y al estar metidos en nuestra piel no olvidaremos jamás.... rara historia la de los afectos más allá de la cosa cotidiana, de los apuros diarios, de los amaneceres y los atardeceres.... sin importar demasiado los hemisferios en los que ocurren. Gualchos es hoy mucho más que antes, es más que aquel lejano lugar del que tanto hablaba la Chita, fue casi un homenaje a toda su descendencia, feliz ha de estar ella y mi madre en algún lugar......
Tenía ganas de compartir con ustedes todos estos pensamientos y puedo imaginarlos exactamente, leyendo estas líneas y también quería agradecerles todo ese amor al recibirnos como propios.
Bueno, ahora me despido y espero que les gusten las fotos.
Todo nuestro amor para todos ustedes y el mejor de los recuerdos. Piensen en venir, que pensando se dará.
Hasta muy pronto,
Rosana, Daniel y nuestros hijos Lara e Ignacio