Fuente de tres
caños, que alivia el
camino al viajante, situada en un
pueblo rodeado de un entorno envidiable, gente amable y ambiente relajante, te hacen querer volver a un pueblo donde en
verano hace calor de verdad y en
invierno la leña arde. De un malagueño que por unos instantes creyó que era de Graná.