El 13 de Mayo, siempre lo recordaré,
era un día especial
para la juventud huelagueña,
llevábamos a la Virgen de Fátima
a hombros por toda la carretera.
Era como una romería
todo el pueblo la acompañaba
con muchísima alegría,
todos decían: ¡Viva la Virgen de Fátima!
toda la carretera arriba.
El camino lo llenaban
de ramas verdes y flores bellas
para que la Virgen pasara por ellas,
allí le hacían un altar
con mucha pomposidad
donde la llevabamos
era el cortijo Don Juan.
El cortjo era un verjel,
tenía un paseo todo de lilas
de rosas y clavellinas,
allí había un olor que traspasaba
de ver tantos jardines
te quedabas encantada.
El cortijo era de unos señoritos
de mucha categoría,
ellos nos recivían con cariño
por que el pueblo se lo merecía.
Ellos al pueblo lo respetaban,
el pueblo a ellos también,
allí trabajaban muchas familias
con todos ellos se portaban bien.
Ahora cuando paso por la carretera
me da mucha tristeza
de ver como era el cortijo
en los años cincuenta,
y ahora se ha convertido
en una simple casa vieja,
este cortijo era de los Afán de Rivera
Lo escribo con mucha alegría pensando en aquellos tiempos.
Paquita Pardo
era un día especial
para la juventud huelagueña,
llevábamos a la Virgen de Fátima
a hombros por toda la carretera.
Era como una romería
todo el pueblo la acompañaba
con muchísima alegría,
todos decían: ¡Viva la Virgen de Fátima!
toda la carretera arriba.
El camino lo llenaban
de ramas verdes y flores bellas
para que la Virgen pasara por ellas,
allí le hacían un altar
con mucha pomposidad
donde la llevabamos
era el cortijo Don Juan.
El cortjo era un verjel,
tenía un paseo todo de lilas
de rosas y clavellinas,
allí había un olor que traspasaba
de ver tantos jardines
te quedabas encantada.
El cortijo era de unos señoritos
de mucha categoría,
ellos nos recivían con cariño
por que el pueblo se lo merecía.
Ellos al pueblo lo respetaban,
el pueblo a ellos también,
allí trabajaban muchas familias
con todos ellos se portaban bien.
Ahora cuando paso por la carretera
me da mucha tristeza
de ver como era el cortijo
en los años cincuenta,
y ahora se ha convertido
en una simple casa vieja,
este cortijo era de los Afán de Rivera
Lo escribo con mucha alegría pensando en aquellos tiempos.
Paquita Pardo