Hola Schuster, soy tu tamagochi (el rosa, el que tanto te gustaba). Aquí sigo en tu mesita de noche, esperando que me saques por el pueblo, como antaño y me lleves a la fuentecilla, o me invites a una rosquilla en las pilas (ah, por cierto cambiamelas)o un corte de Helado en Juanico que siempre te los comias tú. Un abrazo Schuster. No cambies. Viva Wetor.