Luz ahora: 0,13400 €/kWh

IZNALLOZ: Que tio mas cansino con la historia. Si les diste la...

Es verdad tienes razón, perdona si las objetivas críticas que hice de tu corta y pega te parecen ofensivas, pero claro te has metido en un foro que pa qué, aquí hay que llevar coraza de dinosaurio para que las andanadas de nuestros foreros te resbalen.
Animo al-mayriti, sigue con tu magnífica pasión por la historia.
Y a ver cuando escribes de Fidel, de Chavez y del Potage, este último llamado al-Iznallozí.

Le acepto su disculpa pues sinceramente mi aficcion a la historia la hago altruistamente y sin ningun animo de lucro pues el primer libro ha sido el unico que esta publicado e hice un esfuerzo economico de editarlo yo personalmente gastandome una cantidad elevada que no recuperare nunca. Asi que el resto de mis libros (12 en total) estan solamente registrados a pesar que me he dirigido a Instituciones y Editoriales ofertandoles el libro gratuitamente conformandome con una docena de libros para regalar a mis amistades y no he conseguido nada. Estamos en una sociedad capitalista, falta de valores culturales y espirituales, en decadencia moral y al final con la Europa capitalista y los EEUU de America sucumbira en un futuro proximo sustituida quizas por la emigracion china o islamica. Como se interesa por la historia de nuestro pais le envio este articulo de opinion sobre la conciencia nacional y el 2 de mayo del 1808.
EL 2 DE MAYO Y LA CONCIENCIA NACIONAL

Este año se cumplieron doscientos años desde que el 2 de mayo del 1808, la sociedad española de entonces, fue testigo de la fatídica invasión de los ejércitos franceses, dictada por un tirano, Napoleón, hombre tenebroso que obsesionado por su ciega ambición de dominar el mundo por la fuerza, sembró la muerte y la destrucción por donde pasaba, al igual que el caballo de Atila que según el refrán decía: ¡Donde pasaba, no crecía, jamás la hierba!
Mucho se ha polemizado sobre esta fecha y todos los políticos relevantes del momento, expresaron su opinión sobre el hecho que originó la repulsa colectiva de la sociedad española y el nacimiento de la conciencia nacional.
Yo personalmente, no me imagino la sociedad española de principios del siglo XIX, como una sociedad representativa del ideario burgués de la conciencia nacional, sino al contrario, una sociedad con una monarquía agónica y esperpéntica, con un rey, Carlos IV de Borbón, ajeno a los asuntos de Estado y títere de su mujer, María Luisa de Parma, una reina caprichosa con una pasión casi enfermiza hacia su amante Godoy, un simple guardia de Corps, que por su juventud supo esclavizarla como un hechizo a ésta, consiguiendo sin preparación ni dotes de estadista, los más altos cargos del reino, hasta el de Generalísimo de los ejércitos, gracias a sus encantos en historias de amoríos.
La sociedad española de aquel entonces, estaba atrofiada en ideas y en pensamientos políticos, y Godoy con una habilidad propia de su chalaneo y con ambiciones estrictamente personales permitió como válido el rey, el paso autorizado de los ejércitos franceses por España con destino a Portugal con el único deseo, de que consolidada la invasión, en una parte de su territorio, en el Algarbe, se fundara un reino con èl a la cabeza como rey, instituyendo la dinastía Godoy como monarquía reinante en Europa.
Esta vil traición, le salio mal y España se vio ocupada de gabachos que se dedicaban al saqueo y al pillaje guiado por una caterva de generales de la peor calaña, sin principios morales y con el ánimo de tolerar los desmanes de la tropa.
En esta sociedad de aquel entonces, con unos reyes calamitosos, un valido deshonesto y traidor y con una clase nobiliaria, totalmente afrancesada y un pueblo analfabeto, guiado por una Iglesia despótica e inquisitorial, se comprenderá que no se reunía las condiciones óptimas para desarrollar esa burguesía, totalmente inexistente, una conciencia nacional.
El pueblo llano efectivamente participó en su oposición al invasor francés pero generalmente movido, bien por la influencia religiosa del clero existente, en la generalidad, enemigo de los principios revolucionarios que auguraban la pérdida de privilegios eclesiásticos y la tradición monárquica, totalmente inmerecida, por el comportamiento inmoral de la Corona.
Tras la derrota del invasor francés en otros campos de Europa, y aquí en la península, gracias a la actuación del inglés, Wesley, Duque de Wellington, ya en 1814 tras el regreso del rey Fernando VII, el Deseado, apelativo impropio e inmerecido porque se dice de él, que “felicitaba a Napoleón por su victorias contra los españoles”, si, apareció una minoría burguesa, que creyó en la necesidad de un cambio institucional, en esa monarquía representativa del antiguo régimen y que intervino en la aprobación de una Constitución, donde se reconocía que la soberanía nacional residía en la nación española.
En esta idea no participó el pueblo llano de aquel entonces y solamente un sector del ejército defendió las ideas liberales y que definitivamente se consolidaría el pensamiento, tras la muerte del rey Fernando VII.
Sería su esposa, María Cristina, quien implantaría el régimen liberal apoyándose en sus partidarios en las guerras carlistas, luchas sucesorias entre miembros de la familia real, donde Carlos VII, hermano del rey muerto, inició, para desplazar a su sobrina Isabel II del orden sucesorio.
Se proclamaron una serie de Constituciones (la Pepa de 1812, 1837, 1845, 1876 vigente hasta el 1931) todas ellas con sufragios censitarios (derecho al voto de la nobleza, mayores contribuyentes y minoría intelectual) donde no participaba el pueblo llano y solamente la Constitución del 1869, proclamada tras la victoria de la revolución progresista llamada “La Gloriosa” y la republicanas del 1931, son las únicas que establecen el sufragio universal.

No obstante, durante todo este pasado, puede decirse que el pueblo llano no había adquirido la conciencia nacional, que aparece definitivamente en la Revolución del 1868, la Gloriosa, donde decididamente se destierra a los Borbones, monarquía gobernante y se insta a establecer un sistema democrático.
Desafortunadamente, en este periodo, hubo dos ensayos democráticos, como la monarquía de Amadeo Saboya y la proclamación de la 1ª República pero desgraciadamente no hubo el estadista apropiado que consolidará definitivamente un régimen democrático del futuro.
Posteriormente tras la vileza de militares, traidores a la Institución a la que servían, (el general Martínez Campos, alfonsino encubierto y el general Pavía, republicano unitario, pero antifederalista) no fue posible un gobierno democrático y España cayo otra vez tras el pronunciamiento militar en la restauración borbónica.
A través de un miembro de la monarquía desterrada Alfonso XII, al que sucedería su hijo Alfonso XIII y tras la agonía institucional, y ensayando fórmulas dictatoriales para mantener la Institución, fue finalmente proclamada la ilusionada República.
Esta Republica nació sectaria ideológicamente por ambas facciones en sus partidarios, unos con una ideología extremadamente revolucionaria, no reformista y chocando con los sectores conservadores de la sociedad (Iglesia y ejército) y la otra constituida por las clases privilegiadas, antiguos monárquicos que no sentían los ideales republicanos, fueron excesivamente retrógrados en no admitir la mínima reforma que atentara contra sus privilegios de clase, degenerándose en una guerra civil que trajo la tragedia y muerte a la sociedad española durante un periodo de tres años.
Después se instituyó un régimen personalista, que dirigido por el general Franco consiguió una estabilidad social y oriento a la sociedad hacia un desarrollo económico pero con un sistema político sin libertades democráticas, y no tuvo la visión política de instituir un régimen político participativo olvidando las viejas rencillas políticas, derivando en una monarquía parlamentaria como herencia del pasado.
Esta monarquía se instituyó por negociación política entre los grupos, sin recuperar el pueblo la soberanía o el derecho a decidir la forma de Estado, o monarquía parlamentaria o Republica democrática y aunque se ha conseguido un desarrollo económico y social, no obstante no se ha podido conseguir hasta el momento, un régimen político serio, que garantice la integridad territorial y el futuro de la nación española, en la actualidad, sumida en un futuro secesionista que acabara, sino se pone remedio con la existencia de nación española, la mas vieja de Europa con mas 500 años de existencia.
¡Que pena que los intentos exclusivamente democráticos de la historia, de la 1ª y 2ª República fracasaran en su consolidación!
Los países de nuestro entorno, como Portugal Francia y Alemania tuvieron la misma experiencia, y no acertaron a la primera, pero al fin, hoy son Estados modélicos y sobre todo con un régimen plenamente consolidado. Esta es la conquista que desgraciadamente no podemos disfrutar nosotros, en la actualidad, por el proceso secesionista que está en curso, en relación con el comportamiento de los nacionalismos excluyentes, (vasco, catalán y gallego).

Fdo: Julio Reyes Rubio "Al-Mayriti"

Que tio mas cansino con la historia. Si les diste la misma tabarra a los editores, con razon no te hicieron ni puñetero caso. Anda escribele al mejor alclade de todos los tiempos por los siglos de los siglos, amen, haber si con un poco de suerte te corta un trocillo del prado del sotillo y hace alli una libreria y pones alli un quiosco para vender los libros a los turistas.