ESPÉRAME SOLEDAD.
Espérame, soledad,
no te marches con mi pena,
pues la luna hoy está llena
de lo que puede ser, y en verdad
nada es más frío que la certeza
del que se sabe malherido,
por ansiar más de lo tenido,
por perder el rumbo y la cabeza.
Espérame, soledad,
y no tengas tanta prisa,
que si acelera la brisa,
en vez de viento, es tempestad.
Mientras, seguiré tejiendo
con el hilo del silencio
una red que me proteja.
Mientras, seguiré escribiendo
con mi pluma de alma rota,
en el lienzo de mi pesar.
Espérame, soledad,
pues busco tu compañía,
hasta que al fin, un día,
no te necesite... soledad.
Espérame, soledad,
no te marches con mi pena,
pues la luna hoy está llena
de lo que puede ser, y en verdad
nada es más frío que la certeza
del que se sabe malherido,
por ansiar más de lo tenido,
por perder el rumbo y la cabeza.
Espérame, soledad,
y no tengas tanta prisa,
que si acelera la brisa,
en vez de viento, es tempestad.
Mientras, seguiré tejiendo
con el hilo del silencio
una red que me proteja.
Mientras, seguiré escribiendo
con mi pluma de alma rota,
en el lienzo de mi pesar.
Espérame, soledad,
pues busco tu compañía,
hasta que al fin, un día,
no te necesite... soledad.