La vieja estación del tranvía parece que tiene los días contados. Corre el rumor que va a ser derruida para que pase una calle. Todo a beneficio de un promotor que ha construido una urbanización más abajo. Si los Dioses no lo remedián los gabirros habremos perdido otro trozo de historia y otra plaza pública. Entre las que se dejan de construir y las que se destruyen vamos aviados.