Así es, lo suscribo totalmente. Se ha cometido un crimen urbanistico en toda regla en el pueblo. Ya lo conoce ni la madre que lo parío.
Miguel. Es una pena que un pueblo con tanta historia y tanta hidalguía esté en manos de unos insensibles que no tienen aprecio por las cosas buenas, vendiendose a la incultura de la especulación y del ladrillo.