Este comentario va dedicado a Santiago en el día de su
santo, pero también a todos aquellos y aquellas, que trabajan incansables para sacarle
fruto a la tierra.
EN LAS LÍNEAS DE LA MANO
Bendito aquel que mueve la
montaña
con la fe y el impulso de su sangre,
el que brinda con rosas o vinagre
según venga la vida o la campaña.
Bendito el que labura las entrañas
y dibuja la tierra palmo a palmo,
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