Qué tiempos aquellos en que nuestras madres en estas fechas nos hacian esas tortillas de collejas, o de esparragos, que nosotros mismos buscabamos. Hoy todo esto es difícil de explicar a nuestros hijos, acostumbrados a ir al supermercado a por los alimentos. Eran otros tiempos, tal vez de más necesidades, pero que con nostalgia, siempre recordamos entrañablemente, y cuando lo hacemos se nos va un suspiro de melancolía y de tristeza.