Las personas de raza negra suelen ser malos nadadores a causa de su constitución física. Su estructura ósea es más densa que la de los blancos y sus fibras musculares se adaptan mucho mejor a ejercicios explosivos (como las carreras de velocidad) que a los de resistencia.
Pese a todo, siempre hay excepciones, como la de Anthony Nesty, un nadador negro que logró el oro en Seul 1988.
Pese a todo, siempre hay excepciones, como la de Anthony Nesty, un nadador negro que logró el oro en Seul 1988.