Por aquí les llamamos cerdos, puercos, o marranos, la de la foto es una cerda Vietnamita, pero en la Edad Media el decirle esto a una persona, además de desprecio, era llamarlo judío o converso, algo muy mal visto en la época al considerar a los judíos enemigos de Jesucristo, y de los que se decían, realizaban extraños rituales, con lo cual decir este insulto era en cuestión dudar de la pureza de la sangre del insultado.