En esta Foto mis sobrinos Carlos y Angel Castro García, esperando para correr las cintas en las Fiestas de Limones.
Según una antigua tradición que se siguió manteniendo en la corte española durante los Siglos XVI y XVII, ningún Caballo que hubiera sido montado por el Rey podía ser montado por nadie más, ni siquiera por mozos de cuadra.
Esto significó, que algunos fantásticos Caballos y Yeguas fueron montados tan sólo algunas veces, incluso es posible que algunos lo fueran tan sólo una vez.
Uno de los ilustres poetas de Limones me pasa este sesudo trabajo.
Era una mañana de Sol
y sin embargo, llovia
una rata muerta nadaba,
en una alberca vacia.
A la luz de un candil apagao
un ciego, un periodico leía
al cual decía,
una joven de ochenta y cuatro años,
ha sido atropellada...
Jaca negra, luna grande,
y aceitunas en mi alforja.
Aunque sepa los caminos
yo nunca llegaré a Córdoba.
Por el llano, por el viento,
jaca negra, luna roja.
La muerte me está mirando
desde las torres de Córdoba.
...
Según una antigua tradición que se siguió manteniendo en la corte española durante los Siglos XVI y XVII, ningún Caballo que hubiera sido montado por el Rey podía ser montado por nadie más, ni siquiera por mozos de cuadra.
Esto significó, que algunos fantásticos Caballos y Yeguas fueron montados tan sólo algunas veces, incluso es posible que algunos lo fueran tan sólo una vez.
Uno de los ilustres poetas de Limones me pasa este sesudo trabajo.
Era una mañana de Sol
y sin embargo, llovia
una rata muerta nadaba,
en una alberca vacia.
A la luz de un candil apagao
un ciego, un periodico leía
al cual decía,
una joven de ochenta y cuatro años,
ha sido atropellada...
Jaca negra, luna grande,
y aceitunas en mi alforja.
Aunque sepa los caminos
yo nunca llegaré a Córdoba.
Por el llano, por el viento,
jaca negra, luna roja.
La muerte me está mirando
desde las torres de Córdoba.
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