La gente del Tibet cree que un niño no viene al mundo hasta que está en el cielo la estrella bajo la que debe nacer.
Pero algunas madres eligen una buena estrella y se hacen provocar el parto aplicando Vahos de centeno en la vulva.
Curiosamente, en Occidente el parto se provoca inyectando oxitocina, que se extrae también del cornezuelo del centeno.
Saludos, hoy muchisimo frio, creo que ha-sido el día más frio de todo el invierno. Nana para el pequeño Ginés.
Duermete mi niño que estás en la cuna
que no hay gachitas ni leche ninguna,
Duermete mi niño que tengo que hacer
matar la gallina y hacer de comer,
Duermete mi niño que tengo que hacer
lavar los pañales y ponerme a coser.
Chiquirrin... Chiquirrin... Chiquirrin...