Uno de los ilustres poetas de Limones me pasa este sesudo trabajo.
Era una mañana de Sol
y sin embargo, llovia
una rata muerta nadaba,
en una alberca vacia.
A la luz de un candil apagao
un ciego, un periodico leía
al cual decía,
una joven de ochenta y cuatro años,
ha sido atropellada
por una máquina de escribir.
Al escuchar todo esto,
a mi casa me fuí
un huevo me planche
y una corbata me freí.
¡Ahora le buscas la pua al trompo!
Era una mañana de Sol
y sin embargo, llovia
una rata muerta nadaba,
en una alberca vacia.
A la luz de un candil apagao
un ciego, un periodico leía
al cual decía,
una joven de ochenta y cuatro años,
ha sido atropellada
por una máquina de escribir.
Al escuchar todo esto,
a mi casa me fuí
un huevo me planche
y una corbata me freí.
¡Ahora le buscas la pua al trompo!