En mi comentario anterior decía que todos hemos contribuido a ésta crisis, en este haré un Mea culpa.
Hasta los años 1970 que desaparecieron los zapateros remendones, en cada pueblo había por lo menos uno, se nos rompía un poco un zapato, lo llevabamos al remendón y él lo reparaba y nos duraba unos meses más y hasta otro año incluso.
En las dos últimas décadas esto no pasa, el zapato se tira y se compra otro nuevo y a ser posible de marca, lo mismo pasaba con una camisa se le caia un botón y se le ponía otro, aunque fuera distinto, desde hace unos años atrás no se pone otro botón, la camisa se tira, a un pantalon se le estropea la cremallera y se le ponía otra, desde u hace unos años, no se le pone otra, se tira el pantalon, te pasabas por el vertedero de la basura y hasta miedo daba, La cantidad de juguetes y todos nuevos que allí había, lo mismo muebles y ropa en muy buén estado.
Mientras que por el estrecho y Canmarias nos estaban entrando infinidad de pateras, todos ambrientos y aquí, nádie movia ni un dedo; este derroche desmesurado y hasta vergonzoso junto con el de la alimentación, las medicinas, coches y otros, se ha vuelto en nuestra contra y ha contribuido en gran manera a esta brutal crisis, y ahora según algunos toda la culpa es de Zapatero ¡tiene guasa la cosa!
Y aquí viene, aquí nace la lucrativa Indústria de la pobreza, nosotros tiramos las cosas, la mayoría en buén uso y estos las venden en los países pobres sacando muy sustanciosas ganancias.
También aparecen las O. N. G. que la mayoría de ellas también pertenecen a esta rentable INDUSTRIA.
Hasta los años 1970 que desaparecieron los zapateros remendones, en cada pueblo había por lo menos uno, se nos rompía un poco un zapato, lo llevabamos al remendón y él lo reparaba y nos duraba unos meses más y hasta otro año incluso.
En las dos últimas décadas esto no pasa, el zapato se tira y se compra otro nuevo y a ser posible de marca, lo mismo pasaba con una camisa se le caia un botón y se le ponía otro, aunque fuera distinto, desde hace unos años atrás no se pone otro botón, la camisa se tira, a un pantalon se le estropea la cremallera y se le ponía otra, desde u hace unos años, no se le pone otra, se tira el pantalon, te pasabas por el vertedero de la basura y hasta miedo daba, La cantidad de juguetes y todos nuevos que allí había, lo mismo muebles y ropa en muy buén estado.
Mientras que por el estrecho y Canmarias nos estaban entrando infinidad de pateras, todos ambrientos y aquí, nádie movia ni un dedo; este derroche desmesurado y hasta vergonzoso junto con el de la alimentación, las medicinas, coches y otros, se ha vuelto en nuestra contra y ha contribuido en gran manera a esta brutal crisis, y ahora según algunos toda la culpa es de Zapatero ¡tiene guasa la cosa!
Y aquí viene, aquí nace la lucrativa Indústria de la pobreza, nosotros tiramos las cosas, la mayoría en buén uso y estos las venden en los países pobres sacando muy sustanciosas ganancias.
También aparecen las O. N. G. que la mayoría de ellas también pertenecen a esta rentable INDUSTRIA.