En el titulo de la foto pongo, estos olivos me dan el aceite y el pan, pero este años con la tremenda sequía, nos vamos a ver negros para sacar el aceite para el gasto de la casa.
Ahora que estamos quitando los tallos o chupones, sales al campo y cuando ves sobre el terreno que la sequía llega a ser tan intensa, te vienes desmoralizado, triste y frio a pesar del calor que hace, no me gusta dramatizar, pero la verdad es, que la situación en el campo es gravisima y muy preocupante, además se une a la que tenemos encima con la crisis económica, política y yo diría que también social.
Ahora que estamos quitando los tallos o chupones, sales al campo y cuando ves sobre el terreno que la sequía llega a ser tan intensa, te vienes desmoralizado, triste y frio a pesar del calor que hace, no me gusta dramatizar, pero la verdad es, que la situación en el campo es gravisima y muy preocupante, además se une a la que tenemos encima con la crisis económica, política y yo diría que también social.
La verdad es que este verano está siendo muy seco, en Gredos ha llovido sólo dos días en todo el verano, (los días 14 y 15 de agosto), por allí la cosecha va con mucho retraso, apenas han madurado los tomates, hay poquísimas moras, y está por ver como se nos dan las manzanas, (ciruelas si hemos cogido bastantes).
A veces las esperanzas ¡ya ves...!, nos las roba el cielo.
Sin embargo hay que intentar no derrumbarse aunque parezca que haya una confabulación universal, mundial, regional o de andar por casa en ocntra nuestra. Así que ¡aupa!.
Y al hilo de todo esto, y como pasas por ahí todos los días, se me ha ocurrido pensar que tal vez, la brisa del viento avise a los olivos de tu llegada, y que los caminos arremolinan su mejor tierra para recoger tu huella, (¡yo siempre tan cursi...! ¡eso es que me falta riego a mi también!)
Saludos
EN EL CAMPO DE LOS OLIVOS
Ya conocen los olivos su nombre
y no se borra su huella del camino,
que todos los días olivos y hombre
comparten vida, azares y destino.
Él conjura a los dioses en su nombre
para que el tiempo les trate con tino,
y batallar juntos en contra el hambre
de todos los males, el más dañino.
Pero ajeno a súplicas y oraciones
desde allá arriba el implacable cielo,
no baja de las cumbres de la sierra
y mientras va limpiando los chupones
él riega con sus lágrimas el suelo
para no ver agrietada la tierra.
DLV® - 19 de septiembre de 2012
A veces las esperanzas ¡ya ves...!, nos las roba el cielo.
Sin embargo hay que intentar no derrumbarse aunque parezca que haya una confabulación universal, mundial, regional o de andar por casa en ocntra nuestra. Así que ¡aupa!.
Y al hilo de todo esto, y como pasas por ahí todos los días, se me ha ocurrido pensar que tal vez, la brisa del viento avise a los olivos de tu llegada, y que los caminos arremolinan su mejor tierra para recoger tu huella, (¡yo siempre tan cursi...! ¡eso es que me falta riego a mi también!)
Saludos
EN EL CAMPO DE LOS OLIVOS
Ya conocen los olivos su nombre
y no se borra su huella del camino,
que todos los días olivos y hombre
comparten vida, azares y destino.
Él conjura a los dioses en su nombre
para que el tiempo les trate con tino,
y batallar juntos en contra el hambre
de todos los males, el más dañino.
Pero ajeno a súplicas y oraciones
desde allá arriba el implacable cielo,
no baja de las cumbres de la sierra
y mientras va limpiando los chupones
él riega con sus lágrimas el suelo
para no ver agrietada la tierra.
DLV® - 19 de septiembre de 2012