El primer Saxo lo construyó en 1840 el belga Antonio Joseph Sax, hijo de un fabricante de instrumentos musicales.
El muchacho estudiaba clarinete desde niño, pero le disgustaban sus limitaciones sonoras y decidió entretenerse fabricando instrumentos nuevos.
Como ocurre con muchas novedades, el primer Saxo no agradó a la crítica por considerarse que tenía un sonido híbrido entre el metal y la madera.
Refranillo: Hasta que no pase San Urbano (25 de Mayo) no te vistas de verano.
El muchacho estudiaba clarinete desde niño, pero le disgustaban sus limitaciones sonoras y decidió entretenerse fabricando instrumentos nuevos.
Como ocurre con muchas novedades, el primer Saxo no agradó a la crítica por considerarse que tenía un sonido híbrido entre el metal y la madera.
Refranillo: Hasta que no pase San Urbano (25 de Mayo) no te vistas de verano.