Antes hace muchos años venían mucha gente descalzos, muchos mendigos e inválidos y otros muchos que subían de rodillas toda la cuesta hasta llegar a la puerta de la iglesia que estaba el Señor del Paño, este año tan sólo he visto a cuatro personas descalzas, y es que las costumbres y tradiciones pierden fuerza cuando la gente cambia sus creencias, su modo de entender el mundo y el sentido de su vida; entonces se procuran nuevas creencias y prácticas, que formaran con el tiempo otras costumbres y otras tradiciones.