Hace unos meses atrás cerró el negocio de ferretería más antiguo de la Alpujarra granadina que permanecía abierto desde hace más de un Siglo; cuenta su propietario que allí se vendía de todo, como encajes, telas, componentes funerarios, copias de llaves, salazones, trajes a medida, chaquetas de pana, sombreros de fieltro, muebles, marcos, cristales, leznas, agujas, escobos y un sinfin de cosas más, y a proposito de cristales cuenta su dueño que su abuelo le contaba que llegó en una ocasión un hombre para comprar un cristal cuadrado y dijo que lo cortaran con la siguiente medida: dos cuartas, más la suela de una alpargata, más la caña de un escobón y dos deillos más, el ferretero se quedó perplejo y le recomendó a su cliente, que las medidas las tomase con un carrizo y las señalase porque así eran más fáciles.
Que pasara todo esto hace más de un Siglo en la Alpujarra granadina a-gente que no sabía ni leer ni escribir y que nunca había viajado a Graná ninguna vez, pués es creíble.
Que pasara todo esto hace más de un Siglo en la Alpujarra granadina a-gente que no sabía ni leer ni escribir y que nunca había viajado a Graná ninguna vez, pués es creíble.