LIMONES: Todos los años recibo dos postales navideñas por correo...

Todos los años recibo dos postales navideñas por correo ordinario, una es de una amiga que tengo desde la EGB que se hizo misionera, que estuvo en el Congo y ahora en México, otra de un tío mío aficionado a la pintura.

La postal de mi amiga siempre es artesanal, con cartulina sobre la que hace un pequeño collage de la sagrada familia antes de raza negra, ahora indígena, con motivos étnicos y alguna vez circunscritos en un pétalo de rosa.
La de mi tío siempre es más laica, y se limita a un dibujo a veces a carboncillo, y otras con otro tipo de técnica que a mi se me escapa.
Y os estaréis preguntando, a que viene esto de andar contando lo de mi correspondencia navideña, pues bien, para mí la Navidad sólo empieza cuando llegan por correo estas postalitas, y se llama amistad, y recuerdo, y ganas de compartir. Y no tengo reglaos más preciosos que estos.
Y hoy, hoy es el día.

A mi manera, la quiero dar por inaugurada aquí también, en este pueblín donde he sido bien acogida desde el principio, deseando que sean jornadas de encuentro, de recuerdo, de felicidad sana y sencilla, y que el año que viene llene los buzones de ilusión.

Besos en especial a Santiago.

Bajo la pálida luz de la luna
para invocar al sueño,
María le canta a su niño
la nana de las aceitunas.

¡Duerme mi bien!
¡duerme mi rey!,
aceitunitas verdes
te van a traer,

que son perlas de olivo
del madurar de su flor,
duerme mi cielo
duerme mi amor.
DLV®

Madrid 17 de diciembre de 2015

(A los reyes les pediremos fresquito para acabar bien la recogida de la aceituna)