Recuerdo con nostalgia, aquellos dias de aceituna, hacía mucho frio, pero la juventud, suepera todo eso, ayudaba a mi padre a cargar los mantos, varas y espuertas, y madrugabámos para ir al tajo, a veces bastante lejos. Era un bullicio de gente, patronos y aceituneros, tenian el punto de reunión, casi siempre en el pilar de la higuera, para después, cada cual iba a su destino. Era un trabajo muy duro, pero al ir siempre en cuadrilla, nos animabámos mutuamente, y también habia una sana competencia, son recuerdos maravillosos y el haber podido compartir, con esa buena gente como son los aceituneros.
Los olivos ya se vencen
cargados de frutos negros
es el regalo que ofrecen
cuando empieza el año nuevo
sus ramas llegan al suelo
abriendose a las miradas
para romper el silencio
cuando llegue la mañana
cantan los aceituneros
en un concierto de varas
y un Sol que te deja ciego
cuando levantas la cara
y cuando termina el dia
te vuelves por la vereda
con cansancio y alegria
de haber hecho la tarea.
un saludo a los aceituneros. CATALÁN.
Los olivos ya se vencen
cargados de frutos negros
es el regalo que ofrecen
cuando empieza el año nuevo
sus ramas llegan al suelo
abriendose a las miradas
para romper el silencio
cuando llegue la mañana
cantan los aceituneros
en un concierto de varas
y un Sol que te deja ciego
cuando levantas la cara
y cuando termina el dia
te vuelves por la vereda
con cansancio y alegria
de haber hecho la tarea.
un saludo a los aceituneros. CATALÁN.