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El monumento de mayor importancia es la Iglesia de San Antonio, de 1605 (siglo XVII). Se desconoce su arquitecto lo si se ha podido averiguar es que la portada de fue diriguida por el aparejador Ambrosio de Vico, a instancias del arzobispo de la epoca, del cual queda constancia en el escudo que decora esta portada. Está subdividida en varias capillas de las cuales cabe destacar la de la Virgen del Rosario perteneciente a Juan Montañés (quien financio la construccion de esta), quien era alcalde de la localidad por aquel entonces, y su mujer María de Santa Ana. De estilo mudéjar y portada renacentista. Su altar mayor está presidido por un retablo de estilo barroco del siglo XVIII, procedente de la Ermita de San Antonio. Esta ermita es también de estilo mudéjar y con una fachada de estilo colonial. Destáquese también la Ermita de Santa Ana, que fue propiedad de los frailes Mínimos, pero fue desamortizada y actualmente es de propiedad particular. El cortijo de San Cayetano, donde se encuentra una talla del mismo concretamente del siglo XVII. Sería también bueno citar la existencia de la Cueva del Capitán con restos del neolítico superior, los cuales se encuentran en la actualidad en el Museo Arqueológico de Granada.
La fiesta mayor se celebra el día 13 de junio, en honor a San Antonio el patrón de Lobres, con comilona y verbena popular así como competiciones deportivas, juegos, cucañas, conciertos, etc.
Como costumbre mas usual podría citarse, como decimos vulgarmente en Lobres: <<àmonos de choto>>, o lo que sería lo mismo de cortijo a degustar platos excelentes, como otras costumbres están los incesantes paseos por los alrededores del pueblo con miradores con vistas al mar, con sus calles sinuosas llenas de jardines y todo un sin fin de posibilidades en este enclave tan virgen y poco conocido por el mundo. Cortesía de Francisco Gabriel Correa Gòmez (Grabieh como lo llaman en el pueblo), vecino de Lobres.
La historia de Lobres se remonta en su inicio en el Neolítico, donde encontramos los mas antiguos indicios de vida de esta población situada en el margen derecho del río Guadalfeo. Estos restos se encontraron como se ha citado anteriormente en la cueva del Capitán, ahora conocida como la cueva de los Caballos, situados en un pequeño promontorio en las cercanías del Cortijo de Moya. Entre los restos se encontraron trozos de vasijas, bisutería que utilizaba como materia prima huesos de animales, pequeños guijarros e incluso trocitos de madera, así como diversos utensilios típicos de pastoreo, lo que induce a pensar que los habitantes de la gruta, eran pastores neolíticos, además, existen en el techo de la cueva restos de humo de las abundantes fogatas que usarían para cobijarse del frío y para cocinar. Después de esta breve introducción tan ancestral, nos podemos remontar a la época romana, donde entre otros podemos citar el hecho de que en el norte del pueblo, se situaba la que era la Vía Hercúlea que se extendía a lo largo de toda la Península Ibérica desde los Pirineos hasta Cádiz. Así mismo, se han encontrado gran cantidad de monedas de la época lo que induce a pensar que existía una buena afluencia monetaria en el momento. Siguiendo adelante, nos podemos remontar a la época del medievo, donde Lobres era un pueblo básicamente agrícola, poseyendo además un pueblo anejo, hoy desaparecido, llamado Pataura, cuya función era la de proteger a la zona de posibles invasiones, era un pueblo guerrero.