CESADO RAFAEL CÉSAR CÓRDOBA COMO DIRECTOR CONSERVADOR DEL PARQUE NATURAL SIERRA DE BAZA
El pasado 12 de septiembre era cesado Rafael César Córdoba, como Director Conservador del Parque Natural Sierra de Baza, un cargo que venía desempeñando desde junio del año 2013, un cargo de libre designación de la entonces Consejería de Medio Ambiente, y durante el cual ha venido llevando a cabo una gestión oscurantista, y sin contacto con la población local, ignorando a los grupos que venimos trabajando en el Parque Natural Sierra de Baza, cuando no recibiendo incontables trabas a nuestros trabajos y proyectos.
Aunque en los primeros meses de su gestión en el Parque Natural Sierra de Baza, César Córdoba dejó constancia de sus deseos de colaborar con la población local, y asociaciones entregadas a la defensa y promoción de este espacio protegido como es Proyecto Sierra de Baza, pronto se fue apartando de estos encomiables iniciales propósitos y en su gestión –unas veces por falta de voluntad y en otros por falta de la implantación de los canales para la participación- nos ha ido ignorando y ha desarrollado una labor opaca y poco transparente, sin compartir el día a día del Parque Natural Sierra de Baza con los habitantes del Parque y los municipios de su entorno, y en consecuencia sin posibilitar que se pudieran conocer las principales líneas de actuación emprendidas por la administración competente en este territorio que durante su gestión se ha movido en un total oscurantismo, ignorando a los habitantes y propietarios de terrenos en este espacio protegido, lo que ha venido creando malestar y crispación hacia su persona, hasta el punto de que a principios de este año fue nominado como “Serrano Más Impopular del año 2018” por su total falta de empatía a este espacio protegido, con una gestión ajena a la realidad y problemáticas de este territorio, obstaculizando y obstruyendo los usos sostenibles de sus habitantes, con una interpretación de la normativa vigente rigorista y alejada de la realidad social y actual, lo que se ha traducido a la pérdida irreversible e irrecuperable de muchas históricas y singulares construcciones que aquí se localizaban, al tiempo que otras se encuentran en un grave proceso de ruina, al impedir que sus propietarios afronten su normal y deseable rehabilitación.
A la fecha en que se cierra la edición de esta revista digital, 30 de septiembre, no hay aún nombrado Director Conservador para el Parque Natural Sierra de Baza, una figura importantísima en su gestión diaria, esperando que el nuevo Director Conservador que se nombre no lo sea solo por motivaciones e intereses políticos, sino que venga acompañado de una efectiva y real formación en temas forestales y medioambientales y particularmente que tenga condiciones para recuperar el diálogo e información que no ha existido con César Córdoba, al tiempo que se propicie la rehabilitación y recuperación de los elementos culturales que encierran el rico patrimonio humano de este Parque Natural, en franco riesgo de desaparición, por la negativa actuación en esta materia de la administración responsable de su gestión, para lo que la designación de un nuevo Director Conservador no debe de ser solo meramente personal, sino que tiene que ir acompañada de un profundo cambio legislativo, dejando a un lado la absurda, rigorista y antisocial normativa que aquí se viene aplicando, de forma que se facilite la coparticipación de la población local en la gestión y toma de decisiones relacionadas con el Parque Natural Sierra de Baza. Siendo al efecto muy críticos con la composición y funcionamiento de la actual Junta Rectora del Parque Natural Sierra de Baza, al tiempo que se propicien una serie de medidas y actuaciones, que permitan poner fin, con urgencia, a la irreversible destrucción de todo el patrimonio cultural, tanto material como inmaterial, que aquí se localiza y que está sufriendo una gestión que está llevando a la irreparable pérdida de todo su patrimonio arquitectónico. Asumiéndose por la administración competente efectivos compromisos con el desarrollo sostenible del Parque Natural Sierra de Baza, con la propuesta de medidas concretas que redunden en un mejor aprovechamiento de sus recursos naturales, ampliamente considerados, favoreciendo nuevos nichos de empleo, también para recuperar y/o favorecer actividades tradicionales como el pastoreo o los usos y aprovechamientos del monte, en unas comarcas como las de Guadix y Baza, de las que forman parte los diferentes municipios de su ámbito de influencia, que arrastran unas altísimas e inadmisibles tasas de paro. Favoreciendo también la recuperación natural y potencial de estos montes, donde la recuperación del monte mediterráneo, con la encina como especie principal, y los árboles asociados a la misma, también de su estrato arbustivo y cortejo florístico que tradicionalmente le ha acompañado, todo lo que deben de ser algunos de los objetivos de gestión que se afronten en esta nueva época.
El pasado 12 de septiembre era cesado Rafael César Córdoba, como Director Conservador del Parque Natural Sierra de Baza, un cargo que venía desempeñando desde junio del año 2013, un cargo de libre designación de la entonces Consejería de Medio Ambiente, y durante el cual ha venido llevando a cabo una gestión oscurantista, y sin contacto con la población local, ignorando a los grupos que venimos trabajando en el Parque Natural Sierra de Baza, cuando no recibiendo incontables trabas a nuestros trabajos y proyectos.
Aunque en los primeros meses de su gestión en el Parque Natural Sierra de Baza, César Córdoba dejó constancia de sus deseos de colaborar con la población local, y asociaciones entregadas a la defensa y promoción de este espacio protegido como es Proyecto Sierra de Baza, pronto se fue apartando de estos encomiables iniciales propósitos y en su gestión –unas veces por falta de voluntad y en otros por falta de la implantación de los canales para la participación- nos ha ido ignorando y ha desarrollado una labor opaca y poco transparente, sin compartir el día a día del Parque Natural Sierra de Baza con los habitantes del Parque y los municipios de su entorno, y en consecuencia sin posibilitar que se pudieran conocer las principales líneas de actuación emprendidas por la administración competente en este territorio que durante su gestión se ha movido en un total oscurantismo, ignorando a los habitantes y propietarios de terrenos en este espacio protegido, lo que ha venido creando malestar y crispación hacia su persona, hasta el punto de que a principios de este año fue nominado como “Serrano Más Impopular del año 2018” por su total falta de empatía a este espacio protegido, con una gestión ajena a la realidad y problemáticas de este territorio, obstaculizando y obstruyendo los usos sostenibles de sus habitantes, con una interpretación de la normativa vigente rigorista y alejada de la realidad social y actual, lo que se ha traducido a la pérdida irreversible e irrecuperable de muchas históricas y singulares construcciones que aquí se localizaban, al tiempo que otras se encuentran en un grave proceso de ruina, al impedir que sus propietarios afronten su normal y deseable rehabilitación.
A la fecha en que se cierra la edición de esta revista digital, 30 de septiembre, no hay aún nombrado Director Conservador para el Parque Natural Sierra de Baza, una figura importantísima en su gestión diaria, esperando que el nuevo Director Conservador que se nombre no lo sea solo por motivaciones e intereses políticos, sino que venga acompañado de una efectiva y real formación en temas forestales y medioambientales y particularmente que tenga condiciones para recuperar el diálogo e información que no ha existido con César Córdoba, al tiempo que se propicie la rehabilitación y recuperación de los elementos culturales que encierran el rico patrimonio humano de este Parque Natural, en franco riesgo de desaparición, por la negativa actuación en esta materia de la administración responsable de su gestión, para lo que la designación de un nuevo Director Conservador no debe de ser solo meramente personal, sino que tiene que ir acompañada de un profundo cambio legislativo, dejando a un lado la absurda, rigorista y antisocial normativa que aquí se viene aplicando, de forma que se facilite la coparticipación de la población local en la gestión y toma de decisiones relacionadas con el Parque Natural Sierra de Baza. Siendo al efecto muy críticos con la composición y funcionamiento de la actual Junta Rectora del Parque Natural Sierra de Baza, al tiempo que se propicien una serie de medidas y actuaciones, que permitan poner fin, con urgencia, a la irreversible destrucción de todo el patrimonio cultural, tanto material como inmaterial, que aquí se localiza y que está sufriendo una gestión que está llevando a la irreparable pérdida de todo su patrimonio arquitectónico. Asumiéndose por la administración competente efectivos compromisos con el desarrollo sostenible del Parque Natural Sierra de Baza, con la propuesta de medidas concretas que redunden en un mejor aprovechamiento de sus recursos naturales, ampliamente considerados, favoreciendo nuevos nichos de empleo, también para recuperar y/o favorecer actividades tradicionales como el pastoreo o los usos y aprovechamientos del monte, en unas comarcas como las de Guadix y Baza, de las que forman parte los diferentes municipios de su ámbito de influencia, que arrastran unas altísimas e inadmisibles tasas de paro. Favoreciendo también la recuperación natural y potencial de estos montes, donde la recuperación del monte mediterráneo, con la encina como especie principal, y los árboles asociados a la misma, también de su estrato arbustivo y cortejo florístico que tradicionalmente le ha acompañado, todo lo que deben de ser algunos de los objetivos de gestión que se afronten en esta nueva época.