LOS BALCONES: Otro robo de los diezmos (1616)...

Otro robo de los diezmos (1616)
MANUEL SÁNCHEZ·DOMINGO, 26 DE JULIO DE 2020·TIEMPO DE LECTURA: 8 MINUTOS
Ya dijimos en qué consistía el diezmo. Como su nombre indica la décima parte de todas aquellas rentas procedentes de la agricultura y ganadería principalmente que todos los productores debían pagar. ¿A quiénes? Esa cantidad (normalmente se hacía en especie) se dividía en tres partes, de las que el señor de la villa recibía dos y el tercio restante la iglesia.
En esta ocasión recoge las quejas de dos ganaderos y agricultores de la villa, Juan Navarro y Francisco Rodríguez de Segura, dirigidas a la autoridad eclesiástica a quién debían entregar el diezmo, para defenderse de la acusación de ésta de haberse retrasado en el depósito del ganado y amenazarlos con censuras.
Al mismo tiempo ellos acusan a los que según ellos se llevaron el ganado, pero será mejor leer el texto que es bastante claro:
“Juan Navarro y Francisco Rodríguez de Segura, vecinos de la villa de Gor, decimos que se nos ha notificado un mandamiento de vuestra merced, a pedimiento de Diego de Caderas, clérigo presbítero, en que nos manda que paguemos el diezmo de la ería que habíamos tenido este año de seiscientos y quince, so ciertas penas y censuras”.
“Y lo que pasa es que teniendo yo, el dicho Juan Navarro, trece cabezas, diez de lana y tres de cabrío, y yo el dicho Francisco Rodríguez de Segura diez de lana y una de cabrío, aprestadas para entregarlas a las personas que han de haber el diezmo perteneciente a esta Santa Iglesia, doña Francisca Lasso, mujer de don Diego de Castilla, cuya es la de la villa y Juan de Sandoval y Mazuelas, arrendador de las rentas decimales y ciertos criados suyos por su mandado entraron en un corral donde estaba recogido el ganado del diezmo y derecho y contra derecho, violentamente se lo llevaron y lo repartieron en tercias partes, y lo juntaron con sus ganados de la dicha doña Francisca Lasso y de su marido y del dicho Juan de Sandoval y Mazuelas”.
“Y pues, por nosotros no ha quedado ni queda pagar el dicho diezmo a vuestra merced, pedimos y suplicamos alce las dichas censuras y las promulgue con muy graves penas contra la dicha doña Francisca y el dicho Juan de Sandoval y contra Luis de Carmona y Andrés López, sus mayorales, que fueron los principales que sacaron el dicho ganado del diezmo del dicho corral y los que lo tienen en su poder en guarda juntamente con el demás ganado de los dichos sus amos, y los agrave y reagrave en las dichas censuras hasta que con efecto las entreguen, que en hacerlo así vuestra merced proveerá justicia que pedimos y las costas para ello”.
“Dirigido al clérigo Diego Caderas, en Guadix a ocho de febrero de mil y seiscientos y diez y seis. Ante mí, Mateo de Medina”.
“En Guadix, a nueve de febrero de seiscientos y dieciséis, notifico auto a Diego de Caderas esto de que doy fe, Mateo de Medina”.
Habría que preguntarse el por qué los señores de Gor y sus criados les roban el ganado del diezmo de la iglesia siendo ellos beneficiarios de doble cantidad. Es posible que los ganaderos no hubiesen pagado aún la parte del diezmo correspondiente al señor de la villa y quisieran cobrarse tomando la parte que éstos tenían preparado para la iglesia. Puede ser, pero sólo es una conjetura.
Cálculos:
El diezmo a la iglesia de Juan Navarro era de 10 ovejas y tres cabras. Como eso era un tercio de su diezmo el que debía pagar al señor de Gor era el doble: 20 ovejas y seis cabras. En total 30 ovejas y 9 cabras. Quiere decir que la producción total de su ganado durante el año 1615 fue de 300 ovejas y 90 cabras, es decir su diezmo multiplicado por diez.
El diezmo a la iglesia de Francisco Rodríguez de Segura era de 10 ovejas y una cabra. Si eso era el tercio de su diezmo, al señor debía dar el doble 20 ovejas y 2 cabras, y el total del diezmo 30 ovejas y 3 cabras. Su producción total en el año 1615 sería de 300 ovejas y 30 cabras, es decir su diezmo multiplicado por diez.
Personajes:
Estos eran los dos ganaderos más importantes de la villa, tan es así que al primero se le conocía como Juan Navarro «el de las ovejas» y también como “navarrico” por ser el más joven los dos Juan Navarro repobladores (al mayor se le conocía como “morillo”).
Era el poseedor de la suerte de tierra número 12 y estaba casado con María de Cabrera. Tuvieron seis hijos entre los años 1585 y 1602: María, Juana, Juan, Catalina, Marcos y Luis. Resultado de sus segundas nupcias con Ana Fernández fue su hijo Gerónimo.
Francisco Rodríguez de Segura (poseedor de la suerte de tierra número 18) y su mujer, Isabel García, tuvieron seis hijos entre 1580 y 1594: Juan, Francisco, Alonso, María, Joseph y Lázaro. Con su segunda mujer tuvo tres entre 1602 y 1605: Ana, Catalina y Juana. Casado en terceras nupcias con Elvira de Arenas, viuda de Alonso de Matamoros, no engendraron descendencia.
No eran sólo las ovejas y las cabras el componente del diezmo a pagar, porque también pagarían los correspondientes a las cosechas agrícolas que debían tener como poseedores de las suertes de tierra, al ser dos de los sesenta repobladores a los que después del apeo de 1571 se repartieron las tierras correspondientes a los moriscos rebeldes que fueron expulsados.
Don Diego de Castilla y de la Madrid, IX señor de Gor

Castillo palacio de los señores de Gor en la calle del Aire

Era don Diego de Castilla hijo de don Juan de Castilla y Benavides, hermano del octavo señor de Gor, también don Diego de Castilla y Benavides, por lo que al morir éste sin sucesión en 1611 vino a suceder a su tío en el mayorazgo de los Castilla y se convirtió en el noveno señor de Gor y cuarto del nombre.
El señor casó dos veces: la primera con doña Francisca Lasso de Castilla, hermana de doña Isabel Lasso de Castilla, la mujer de su tío. Frutos de este matrimonio fueron:
-Don Juan de Castilla, que murió niño.
-Y doña Ana de Castilla, que casó dos veces: La primera con don Gabriel Téllez Girón, caballero de la orden de Alcántara, señor de la villa de Cardela, y la segunda con don Álvaro Luis Fernández de Córdoba y Ayala, II marqués de Valenzuela, señor de la taha de Órgiva, caballero de la orden de Calatrava y pretenso conde de Salvatierra de Álava.
Al fallecimiento de su primera esposa se casó don Diego en segundas nupcias y por poderes en el año 1638 con la señora doña Elvira Alfonso de la Cueva y Benavides, aristócrata accitana.
De este matrimonio nace y es bautizado en Baza el día 10 de junio de 1641 su hijo don Sancho de Castilla y de la Cueva, de la Madrid y Lasso de Castilla, que será su sucesor como titular del señorío de Gor como décimo señor.
Entre esa fecha y 1945 tuvieron su segundo hijo que seguramente como éste nació en Baza, don Juan de Castilla y de la Cueva.
Nacieron en Gor los demás hijos conocidos: doña Margarita Isabel de Castilla y de la Cueva nacida el 11-2-1646, don Pedro el 30-10-1647, don Alfonso Laurencio el 1-9-1649 y doña Beatriz Luisa el 25 de octubre de 1651. (Todos éstos están inscritos en el libro III de bautismos del archivo parroquial de la iglesia de Gor).
La última hija legítima de don Diego de Castilla y doña Elvira de la Cueva fue doña Ana María de Castilla y de la Cueva de cuya existencia sabemos por haberlo afirmado ella misma en el documento 9-375 (E-37) Colección Salazar y Castro. (Petición de doña Ana María de Castilla al señor rey don Carlos II).
Anteriormente, en 1636, don Diego había tenido una hija llamada doña Manuela, fruto de una relación extramatrimonial con doña Juana Peláez de Acuña. Dicha hija también está inscrita en el libro III de bautismos del archivo parroquial de la iglesia de Gor.
Juan de Sandoval y Mazuelas
Juan de Sandoval y Mazuelas fue alcalde mayor o gobernador de la villa bastantes años a partir de 1595. Había contraído sus primeras nupcias con doña Magdalena de Castilla, hermana del señor de Gor, don Diego de Castilla y Benavides, con la que tuvo tres hijos entre 1593 y 1597: Joseph, Isabel y Beatriz.
Fallecida doña Magdalena hace un segundo matrimonio con doña Ana Enríquez, en Granada, celebrando sus velaciones en la iglesia de Gor el 18 de septiembre de 1600.
Frutos de este matrimonio fueron sus dos hijos Johana (1602) y Rodrigo (1606).
Su largo periodo como gobernador de la villa hizo que su influencia en la vida de ésta fuera muy importante.
En el momento que nos ocupa don Juan era el arrendador de los diezmos, algo parecido de lo que se hacía en Gor en los años cincuenta y sesenta con los “arbitrios municipales”. Los recaudadores ofrecían al ayuntamiento una cantidad de dinero por ellos y luego se encargaban de hacer la recaudación de dichos impuestos. Muchos recordamos la oficina de los “arbitrios” en la Puerta de la Villa, en la casa que hoy es de Oscar Soria, enfrente del despacho de la panadería de las hermanas de Hernán Valle.
Espero haber aportado algo nuevo con esta nota, pero aunque sólo fuera una la persona a la que le interesara quedaría profundamente satisfecho.