¿Sabías qué…?
En Andalucía, vivía un campesino llamado Ambrosio. A pesar de que trabajaba de sol a sol, vivía en la miseria y acosado por las deudas, hasta que un día tomó la decisión de echarse al monte con su carabina y convertirse en bandolero.
En tiempos de la invasión francesa, muchos campesinos españoles decidieron introducirse al monte, hartos de vivir en la miseria.
El destino se ponía en contra de Ambrosio, ni siquiera tenía dinero para comprar pólvora para cargar su carabina.
Los lugareños sabían que Ambrosio era inofensivo, por lo que no sentían ningún temor cuando le veían aparecer y mediante amenazas les apuntaba con aquella carabina sin munición.
Viendo que su situación no podía ir peor, no le quedó más remedio que abandonar sus pretensiones de bandido y volver a trabajar en los campos como labrador.
De ahí aquello de: La Carabina de Ambrosio.
En Andalucía, vivía un campesino llamado Ambrosio. A pesar de que trabajaba de sol a sol, vivía en la miseria y acosado por las deudas, hasta que un día tomó la decisión de echarse al monte con su carabina y convertirse en bandolero.
En tiempos de la invasión francesa, muchos campesinos españoles decidieron introducirse al monte, hartos de vivir en la miseria.
El destino se ponía en contra de Ambrosio, ni siquiera tenía dinero para comprar pólvora para cargar su carabina.
Los lugareños sabían que Ambrosio era inofensivo, por lo que no sentían ningún temor cuando le veían aparecer y mediante amenazas les apuntaba con aquella carabina sin munición.
Viendo que su situación no podía ir peor, no le quedó más remedio que abandonar sus pretensiones de bandido y volver a trabajar en los campos como labrador.
De ahí aquello de: La Carabina de Ambrosio.