Un día, mientras almorzábamos a la orilla del mar, el maestro Héctor Rojas Herazo me dijo: “el ser humano tiene pretensiones y vanidades, pero no es más que dos ojitos para ver, una naricita para respirar y un culito para defecar”.
Somos aves de paso.
Hay que tener siempre presente la frase de Víctor Hugo: “todo número es cero ante el infinito”.
Cualquiera con un sentido común mínimo sabe que a uno lo olvidan hasta en su familia. Hace poco un amigo español me enseñó este pensamiento alemán: “el abuelo es un campesino que con su esfuerzo financia los estudios del hijo; el hijo es un profesional que con sus estudios monta una fábrica; el nieto es un potentado que con su fábrica olvida que su abuelo era un campesino".
Eso somos.
Somos aves de paso.
Hay que tener siempre presente la frase de Víctor Hugo: “todo número es cero ante el infinito”.
Cualquiera con un sentido común mínimo sabe que a uno lo olvidan hasta en su familia. Hace poco un amigo español me enseñó este pensamiento alemán: “el abuelo es un campesino que con su esfuerzo financia los estudios del hijo; el hijo es un profesional que con sus estudios monta una fábrica; el nieto es un potentado que con su fábrica olvida que su abuelo era un campesino".
Eso somos.