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¡EL MECANISMO DE UN BOTIJO!
A veces utilizamos la expresión "es más simple que el mecanismo de un botijo". El hecho es que no es un mecanismo simple, es un fenómeno de física aplicada.
Si dejamos un botijo a una temperatura ambiente de unos 30 grados centígrados y una humedad del 40%, logrará enfriar el agua de su interior unos 10 grados en apenas una hora.
¿Cómo consigue hacerlo?
En principio, el material que se utiliza en su fabricación es la arcilla, ya que su porosidad permite que el botijo sude, es decir, que se filtre agua poco a poco hacia afuera. Esta agua sudada se evapora en cuanto entra en contacto con el aire del exterior, pero para que el agua pase de un estado líquido a gaseoso (evaporación) necesita energía (calor), que la robará del agua contenida en el interior, produciendo el enfriamiento progresivo de la misma.
Por esta razón en las zonas donde hace más calor y el aire es más seco, la evaporación será más rápida y los botijos tendrán un mayor rendimiento, pudiendo hacer descender la temperatura del agua hasta 15 grados. Si en el exterior hay mucha humedad, no funcionan tan bien. Esto lo conocen bien en la rural España profunda, ambas Castillas Extremadura y gran parte de Andalucía donde los veranos calurosos y secos hacen que los botijos rindan al máximo.
¡EL MECANISMO DE UN BOTIJO!
A veces utilizamos la expresión "es más simple que el mecanismo de un botijo". El hecho es que no es un mecanismo simple, es un fenómeno de física aplicada.
Si dejamos un botijo a una temperatura ambiente de unos 30 grados centígrados y una humedad del 40%, logrará enfriar el agua de su interior unos 10 grados en apenas una hora.
¿Cómo consigue hacerlo?
En principio, el material que se utiliza en su fabricación es la arcilla, ya que su porosidad permite que el botijo sude, es decir, que se filtre agua poco a poco hacia afuera. Esta agua sudada se evapora en cuanto entra en contacto con el aire del exterior, pero para que el agua pase de un estado líquido a gaseoso (evaporación) necesita energía (calor), que la robará del agua contenida en el interior, produciendo el enfriamiento progresivo de la misma.
Por esta razón en las zonas donde hace más calor y el aire es más seco, la evaporación será más rápida y los botijos tendrán un mayor rendimiento, pudiendo hacer descender la temperatura del agua hasta 15 grados. Si en el exterior hay mucha humedad, no funcionan tan bien. Esto lo conocen bien en la rural España profunda, ambas Castillas Extremadura y gran parte de Andalucía donde los veranos calurosos y secos hacen que los botijos rindan al máximo.