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LOS BALCONES: n 1837, un joven herrero vio que su negocio en Vermont...

n 1837, un joven herrero vio que su negocio en Vermont fracasaba, lo que le impedía pagar a sus acreedores. En aquellos días, la prisión de deudores era una dura realidad, un lugar donde se encarcelaba a las personas simplemente por deber dinero que no podían pagar.
Ante la sombría perspectiva de la prisión de deudores, el joven herrero tomó una decisión audaz. Tomó a su familia y huyó de Vermont en busca de las oportunidades florecientes del Medio Oeste estadounidense.
El joven herrero fabricó arados de acero, imaginando un arado que pudiera cortar el suelo sin romperse como lo hacía constantemente el hierro fundido en el duro suelo del Medio Oeste. Y así nació el arado de acero.
Con esta ingeniosa innovación, los arados de acero transformaron el paisaje, haciendo que las fértiles llanuras fueran accesibles para los agricultores.
A mediados de la década de 1850, el herrero, que antes estaba en quiebra, producía más de 10 000 arados al año, cada uno de ellos con la marca de una calidad inigualable.
Hoy lo recordamos porque su nombre está estampado en cada pieza de equipo fabricada por su empresa.
El nombre del herrero que había huido a Illinois no solo en busca de oportunidades, sino para escapar de los acreedores que lo amenazaban con la cárcel por deudas impagas era John Deere.
Y ahora sabes por qué es cierto que "Nada funciona como un Deere".
H/T "Paul Harvey"
Tomado de la Wed