Tiempo de cortijos,
enseñanzas de valor real,
el porche delante,
la era detrás.
Con su padre salió a sembrar,
vio aquella siembra crecer,
con la hoz la fue a segar,
por ello pudo entender,
que el pan tenía un valor real,
que había que apreciar al comer.
Con su padre fue al olivar,
quebrando la escarcha al pisar,
la vara en las frias manos,
doloridas al varear,
y en la mesa el valor real,
un plato de aceite y a mojar.
Hoy el valor real es ficticio,
ya no existe la enseñanza,
de pisar la tierra al andar,
murio el tiempo de esperanza
en un mundo de ombligo y panza,
que es donde alcanzamos a mirar.
enseñanzas de valor real,
el porche delante,
la era detrás.
Con su padre salió a sembrar,
vio aquella siembra crecer,
con la hoz la fue a segar,
por ello pudo entender,
que el pan tenía un valor real,
que había que apreciar al comer.
Con su padre fue al olivar,
quebrando la escarcha al pisar,
la vara en las frias manos,
doloridas al varear,
y en la mesa el valor real,
un plato de aceite y a mojar.
Hoy el valor real es ficticio,
ya no existe la enseñanza,
de pisar la tierra al andar,
murio el tiempo de esperanza
en un mundo de ombligo y panza,
que es donde alcanzamos a mirar.