Nunca dejes que el miedo a ser ponchado te impida batear.
-Babe Ruth
EL MIEDO
Ayer tuve la oportunidad de dar una plática a los papás de un grupo de atletas. Mientras preparaba la plática me puse a pensar qué es aquello que nos detiene más. Lo que nos detiene a dar un salto a lo desconocido, a ir más allá, a intentar algo nuevo, a dejar la zona de comodidad... por más que le di vueltas, llegué a la conclusión de que lo que nos detiene es el miedo. Miedo al que dirán, miedo a fallar, miedo a no llenar expectativas, miedo a estar peor... y me puse a pensar cuantas personas viven su vida con miedo y toman decisiones a partir del miedo.
El miedo es simplemente una emoción desagradable causada por la creencia de que alguien o algo es peligroso, que puede causar dolor o una amenaza. Pero es simplemente eso: una emoción. En inglés miedo se dice 'fear' y lo toman como acrónimo de Falsa Evidencia Apareciendo Real.
Pónganse a pensar: ¿Cuántas veces no salen de su zona de comodidad al entrenar por temor a no poder acabar el entrenamiento o a tronarse?, ¿Cuántas veces han dejado de pedir el trabajo de sus sueños -o de pedirle a alguien que salga con ustedes- por temor a ser rechazados?, ¿Cuántas veces hemos dejado de hacer algo por temor a ser juzgados?... miedo, miedo, miedo. Tomamos decisiones no a partir de "si no sale, pues al menos lo intenté y aprendo algo para la próxima" sino a partir de "así estoy bien porque por más mal que esté al menos ya sé que no va a estar peor"...
Cuando veo hacia atrás en mi vida me doy cuenta que todo aquello que he hecho, que ha valido realmente la pena, al principio me asustó de manera impresionante. Pero lo hice de cualquier modo no porque sea irresponsable, sino porque prefiero llegar al final de mi vida y decir "lo intenté y no salió" a " ¿Qué hubiera pasado si...?". Este verano estuve a punto de morir. Ya había estado cerca de la muerte en algunas ocasiones anteriores, pero nunca tan cerca como este año. Lo único que pensaba era "uff, espero salir de esta porque todavia hay muchas cosas que quiero hacer en esta vida, pero si este es mi momento me voy tranquila y feliz porque no me he quedado con ganas de hacer nada". Cierto, no todo lo que he emprendido ha dado los frutos lindos que esperaba, pero de todo lo que he hecho he aprendido y, al final, si era mi hora de morir no había nada de lo que estuviera arrepentida. Me he atrevido a ir por lo que quiero, le digo a la gente lo que pienso, pido aquello que deseo tener, abrazo a las personas que quiero... nuevamente, no quiere decir que todo aquello por lo que he ido me ha salido, pero he tenido buenos resultados que no hubiera tenido si no lo hubiera intentado. Y buenas lecciones aprendidas de lo que no me salió. No quiere decir que a todos los que les digo lo que pienso (siempre lo hago de manera positiva y respetuosa, aún cuando estoy en desacuerdo con ellos) concuerden conmigo o incluso que les caiga bien lo que les digo o que yo les caiga bien (hay mucha gente a la que no le caigo, y está bien, es parte de la vida. No todos tenemos los mismos gustos y no todos tienen porque gustarles la canción que yo canto)... pero sé que si hoy es mi día de no estar más aquí, al menos no tendré arrepentimiento por no haber ido por algo por temor.
Atrévanse a vivir sus vidas a partir de las posibilidades de éxito que tienen y no a partir del miedo a que no vayan a salir las cosas como ustedes lo desean. Piensen en el por qué se lo merecen y en el por qué sí puede salir bien en vez de pensar en todo aquello que puede salir mal.
-Babe Ruth
EL MIEDO
Ayer tuve la oportunidad de dar una plática a los papás de un grupo de atletas. Mientras preparaba la plática me puse a pensar qué es aquello que nos detiene más. Lo que nos detiene a dar un salto a lo desconocido, a ir más allá, a intentar algo nuevo, a dejar la zona de comodidad... por más que le di vueltas, llegué a la conclusión de que lo que nos detiene es el miedo. Miedo al que dirán, miedo a fallar, miedo a no llenar expectativas, miedo a estar peor... y me puse a pensar cuantas personas viven su vida con miedo y toman decisiones a partir del miedo.
El miedo es simplemente una emoción desagradable causada por la creencia de que alguien o algo es peligroso, que puede causar dolor o una amenaza. Pero es simplemente eso: una emoción. En inglés miedo se dice 'fear' y lo toman como acrónimo de Falsa Evidencia Apareciendo Real.
Pónganse a pensar: ¿Cuántas veces no salen de su zona de comodidad al entrenar por temor a no poder acabar el entrenamiento o a tronarse?, ¿Cuántas veces han dejado de pedir el trabajo de sus sueños -o de pedirle a alguien que salga con ustedes- por temor a ser rechazados?, ¿Cuántas veces hemos dejado de hacer algo por temor a ser juzgados?... miedo, miedo, miedo. Tomamos decisiones no a partir de "si no sale, pues al menos lo intenté y aprendo algo para la próxima" sino a partir de "así estoy bien porque por más mal que esté al menos ya sé que no va a estar peor"...
Cuando veo hacia atrás en mi vida me doy cuenta que todo aquello que he hecho, que ha valido realmente la pena, al principio me asustó de manera impresionante. Pero lo hice de cualquier modo no porque sea irresponsable, sino porque prefiero llegar al final de mi vida y decir "lo intenté y no salió" a " ¿Qué hubiera pasado si...?". Este verano estuve a punto de morir. Ya había estado cerca de la muerte en algunas ocasiones anteriores, pero nunca tan cerca como este año. Lo único que pensaba era "uff, espero salir de esta porque todavia hay muchas cosas que quiero hacer en esta vida, pero si este es mi momento me voy tranquila y feliz porque no me he quedado con ganas de hacer nada". Cierto, no todo lo que he emprendido ha dado los frutos lindos que esperaba, pero de todo lo que he hecho he aprendido y, al final, si era mi hora de morir no había nada de lo que estuviera arrepentida. Me he atrevido a ir por lo que quiero, le digo a la gente lo que pienso, pido aquello que deseo tener, abrazo a las personas que quiero... nuevamente, no quiere decir que todo aquello por lo que he ido me ha salido, pero he tenido buenos resultados que no hubiera tenido si no lo hubiera intentado. Y buenas lecciones aprendidas de lo que no me salió. No quiere decir que a todos los que les digo lo que pienso (siempre lo hago de manera positiva y respetuosa, aún cuando estoy en desacuerdo con ellos) concuerden conmigo o incluso que les caiga bien lo que les digo o que yo les caiga bien (hay mucha gente a la que no le caigo, y está bien, es parte de la vida. No todos tenemos los mismos gustos y no todos tienen porque gustarles la canción que yo canto)... pero sé que si hoy es mi día de no estar más aquí, al menos no tendré arrepentimiento por no haber ido por algo por temor.
Atrévanse a vivir sus vidas a partir de las posibilidades de éxito que tienen y no a partir del miedo a que no vayan a salir las cosas como ustedes lo desean. Piensen en el por qué se lo merecen y en el por qué sí puede salir bien en vez de pensar en todo aquello que puede salir mal.