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LOS BALCONES: Un zorro que se encontraba atrapado en un pozo solicitó...

Un zorro que se encontraba atrapado en un pozo solicitó la ayuda de una cabra. Sin embargo, el zorro no era muy hábil con las palabras y expresaba sus pensamientos de manera confusa. "Ayúdame para luego devorarte", decía, pero rápidamente se corregía: "No, no, perdón, quise decir, ayúdame para después agradecerte". Así, el zorro continuaba metiéndose en problemas con sus palabras, dejando a la cabra desconcertada, sin saber si debía ayudarlo a salir del pozo o dejarlo allí. En una ocasión, el zorro exclamó: "Ayúdame, tengo hambre, luego te comeré". Nuevamente se disculpó: "No, no, perdón, quise decir, ayúdame, estoy cansado, luego te saludaré".
La cabra se encontraba en una situación de incertidumbre, ya que el zorro, con su lenguaje enredado, no le inspiraba confianza. Decidió permanecer allí, observando al zorro mientras este solicitaba ayuda de manera confusa. En otra ocasión, el zorro exclamó: "Si me ayudas, te convertiré en un delicioso platillo". Luego, se corrigió rápidamente: "Quise decir que, si me ayudas, te invitaré a disfrutar de una exquisita comida". La cabra, cada vez más desconcertada, no sabía si el zorro tenía intenciones de devorarla o no. Así que se tomó un momento para reflexionar, y finalmente, el zorro continuó hablando.
Si me brindas tu ayuda, te devoraré... no, perdón, quise decir que te protegeré. La cabra, visiblemente confundida, respondió: Te ayudaré a salir del pozo, parece que tienes buenas intenciones. En ese instante, el zorro comenzó a reír, dándose cuenta de que aquella cabra ingenua lo asistiría. Sin embargo, al final, la cabra expresó: También me equivoco al hablar... quise decir... No te ayudaré, te dejaré en el pozo, ya que parece que tus intenciones no son buenas... adiós, querido zorro. Aquí no somos locos, sálvate como puedas. Así, la cabra logró escapar, dejando al desafortunado zorro atrapado en el pozo.