Negocios -25% €/kWh
n las tierras fértiles, Rogelio cultivaba zanahorias que prosperaban notablemente. Cada día se dirigía al mercado para vender su producción. Sin embargo, un problema acechaba en la zona, ya que de vez en cuando desaparecían cientos de zanahorias sin explicación. Ante esta situación, Rogelio comenzó a sospechar de un viejo conejo que residía en las cercanías. Además, tenía un perro atado detrás de su casa, al que mantenía descuidado y solo desamarraba ocasionalmente para llevarlo a cazar.
Rogelio se dirigió al perro y le dijo: "Perro inútil, esta vez te asignaré una tarea." Inmediatamente, soltó al animal y lo llevó a un campo de zanahorias. Una vez allí, lo dejó libre y el perro comenzó a olfatear los alrededores. Rogelio se acomodó bajo la sombra de un árbol, esperando el desenlace de la cacería. De repente, el perro divisó algo: era el viejo conejo que estaba recolectando zanahorias. En ese instante, la cacería comenzó; el conejo, al percatarse de la presencia del perro, emprendió la huida, mientras este lo seguía de cerca. Rogelio, desde la distancia, observaba con atención, consciente de que había un propósito detrás de toda esta acción.
Después de que se alejaron, el perro se detuvo y se tumbó en el suelo. En ese instante, el viejo conejo regresó hacia él y se acercó, comenzando a acariciarlo mientras el perro movía la cola. El conejo le ofrecía un gran cariño. Resulta que ambos eran buenos amigos, y el perro simulaba cazarlo para que Rogelio se sintiera orgulloso de él. Sin embargo, esta vez, cansado de los constantes maltratos, decidió marcharse con su mejor amigo, el viejo conejo, adentrándose en los matorrales. Poco a poco se fueron alejando, y Rogelio nunca volvió a saber de ellos. Lo único que notó fue que, de vez en cuando, desaparecían zanahorias de su cultivo. El perro solo buscaba algo que Rogelio nunca le proporcionó: algo poderoso llamado "el amor de una buena amistad".
Autor: Emmanuel Emilio montero ????️
Rogelio se dirigió al perro y le dijo: "Perro inútil, esta vez te asignaré una tarea." Inmediatamente, soltó al animal y lo llevó a un campo de zanahorias. Una vez allí, lo dejó libre y el perro comenzó a olfatear los alrededores. Rogelio se acomodó bajo la sombra de un árbol, esperando el desenlace de la cacería. De repente, el perro divisó algo: era el viejo conejo que estaba recolectando zanahorias. En ese instante, la cacería comenzó; el conejo, al percatarse de la presencia del perro, emprendió la huida, mientras este lo seguía de cerca. Rogelio, desde la distancia, observaba con atención, consciente de que había un propósito detrás de toda esta acción.
Después de que se alejaron, el perro se detuvo y se tumbó en el suelo. En ese instante, el viejo conejo regresó hacia él y se acercó, comenzando a acariciarlo mientras el perro movía la cola. El conejo le ofrecía un gran cariño. Resulta que ambos eran buenos amigos, y el perro simulaba cazarlo para que Rogelio se sintiera orgulloso de él. Sin embargo, esta vez, cansado de los constantes maltratos, decidió marcharse con su mejor amigo, el viejo conejo, adentrándose en los matorrales. Poco a poco se fueron alejando, y Rogelio nunca volvió a saber de ellos. Lo único que notó fue que, de vez en cuando, desaparecían zanahorias de su cultivo. El perro solo buscaba algo que Rogelio nunca le proporcionó: algo poderoso llamado "el amor de una buena amistad".
Autor: Emmanuel Emilio montero ????️