¿Quien diría que estamos bajo tierra, en una
cueva? No le falta un detalle a la
casa-cueva, está en perfecto uso, una
familia la habita durante todo el año y, por lo que comentan, ni en
invierno se pasa frío y en
verano calor; de esto último damos fe, mientras en la
calle teníamos más de 35º en el interior la temperatura era muy agradable.