La localidad de Malahá. | ideal. es
Historia
Aunque el nombre actual procede del término árabe al-Mallaha, que significa alquería de la sal, hay testimonios de que este lugar estuvo habitado desde la época del Imperio Romano, tiempo en el que ya se explotaban sus salinas. Después los godos la llamaron Mizarza en alusión a los beneficios de sus aguas termales. Y los Reyes Católicos cedieron la explotación de las salinas al El Zagal cuando éste rindió en 1489 las plazas de Guadix y Almería. Durante el siglo XIX experimentó un auge extraordinario gracias a su balneario, cuya fama se extendió por toda Europa.
Lugares de interés
De la época romana quedan en este lugar un torreón de vigilancia y un puente por el que se accede a las pozas de sal, así como algunas termas que también fueron usadas por los árabes y de las que se conservan las cúpulas de piedra y la piscina termal. Igualmente islámico es un antiguo aljibe. La iglesia parroquial de la Inmaculada Concepción es del siglo XVI y tiene alfarje mudéjar. La capilla de San Vicente, junto a la iglesia, conserva el cuerpo del patrón en una urna de cristal, vestido de romano con casco y espada. Peculiaridades La Malahá sigue teniendo una piscina termal con capacidad para 250 personas, cuya agua ofrece comprobados beneficios terapéuticos para dolencias del sistema nervioso, la piel y enfermedades como el reúma. Lo más curioso, sin embargo, son sus salinas que están abastecidas de agua por el río Salado y continúan en funcionamiento. Aunque muy disminuida, se mantiene la tradición de que los mozos lleven a las casas de las mozas la madrugada del Domingo de Resurrección ramas de árboles, interpretándose según el fruto un grado diferente de interés hacia ellas. También se demostraba sentimiento de rechazo estrellando tomates contra las puertas.
Fiestas
Por San Isidro Labrador, en torno al 15 de mayo, se celebran las fiestas patronales de este municipio que el 17 de enero, festividad de San Antón, sale al campo en grupos familiares para celebrar el día de los ñpuchericosñ y degustar la típica olla. El 25 de abril, San Marcos, tiene lugar una romería al paraje conocido como los Baños, antiguo balneario, para comer el tradicional hornazo.
Gastronomía
PUCHERICOS Y SAL. La cuesta de La Malahá es el referente. Desde todo lo alto se divisan las cuadrículas de las salinas, asunto tan importante para el tema gastronómico y alimentario. El tema del yantar se cuida, por eso el 17 de enero celebran el día de "los puchericos". Tiene unas antiguas termas romanas la capilla de San Vicente Mártir incorrupto, algunas ventas con carne a la brasa y ricos dulces, sobre todo en Navidad como roscos, mantecados y manchegos. Pucherico de garbanzos 400gr de carne de vaca Un trozo de costilla de cerdo 100 gr de tocino Un trozo de hueso de caña con su tuétano 2 chorizos 2 morcillas 200 gr de garbanzos en remojo 200 gr de judías verdes partidas por la mitad 500 gr de patatas en trozos Un buen trozo de calabaza cortado en pedazos Unas hebras de azafrán Se pone una olla con agua al fuego y al hervir se agregan los garbanzos, la carne, el tocino, la costilla y el hueso. Al reemprender la ebullición se desespuma, se le echa sal y se deja cocer lentamente. A las dos horas, añadir las judías verdes, las patatas, la calabaza, los chorizos y las morcillas. Dejar cocer hasta que esté blando. Las carnes y las hortalizas se sirven después conjuntamente.
Historia
Aunque el nombre actual procede del término árabe al-Mallaha, que significa alquería de la sal, hay testimonios de que este lugar estuvo habitado desde la época del Imperio Romano, tiempo en el que ya se explotaban sus salinas. Después los godos la llamaron Mizarza en alusión a los beneficios de sus aguas termales. Y los Reyes Católicos cedieron la explotación de las salinas al El Zagal cuando éste rindió en 1489 las plazas de Guadix y Almería. Durante el siglo XIX experimentó un auge extraordinario gracias a su balneario, cuya fama se extendió por toda Europa.
Lugares de interés
De la época romana quedan en este lugar un torreón de vigilancia y un puente por el que se accede a las pozas de sal, así como algunas termas que también fueron usadas por los árabes y de las que se conservan las cúpulas de piedra y la piscina termal. Igualmente islámico es un antiguo aljibe. La iglesia parroquial de la Inmaculada Concepción es del siglo XVI y tiene alfarje mudéjar. La capilla de San Vicente, junto a la iglesia, conserva el cuerpo del patrón en una urna de cristal, vestido de romano con casco y espada. Peculiaridades La Malahá sigue teniendo una piscina termal con capacidad para 250 personas, cuya agua ofrece comprobados beneficios terapéuticos para dolencias del sistema nervioso, la piel y enfermedades como el reúma. Lo más curioso, sin embargo, son sus salinas que están abastecidas de agua por el río Salado y continúan en funcionamiento. Aunque muy disminuida, se mantiene la tradición de que los mozos lleven a las casas de las mozas la madrugada del Domingo de Resurrección ramas de árboles, interpretándose según el fruto un grado diferente de interés hacia ellas. También se demostraba sentimiento de rechazo estrellando tomates contra las puertas.
Fiestas
Por San Isidro Labrador, en torno al 15 de mayo, se celebran las fiestas patronales de este municipio que el 17 de enero, festividad de San Antón, sale al campo en grupos familiares para celebrar el día de los ñpuchericosñ y degustar la típica olla. El 25 de abril, San Marcos, tiene lugar una romería al paraje conocido como los Baños, antiguo balneario, para comer el tradicional hornazo.
Gastronomía
PUCHERICOS Y SAL. La cuesta de La Malahá es el referente. Desde todo lo alto se divisan las cuadrículas de las salinas, asunto tan importante para el tema gastronómico y alimentario. El tema del yantar se cuida, por eso el 17 de enero celebran el día de "los puchericos". Tiene unas antiguas termas romanas la capilla de San Vicente Mártir incorrupto, algunas ventas con carne a la brasa y ricos dulces, sobre todo en Navidad como roscos, mantecados y manchegos. Pucherico de garbanzos 400gr de carne de vaca Un trozo de costilla de cerdo 100 gr de tocino Un trozo de hueso de caña con su tuétano 2 chorizos 2 morcillas 200 gr de garbanzos en remojo 200 gr de judías verdes partidas por la mitad 500 gr de patatas en trozos Un buen trozo de calabaza cortado en pedazos Unas hebras de azafrán Se pone una olla con agua al fuego y al hervir se agregan los garbanzos, la carne, el tocino, la costilla y el hueso. Al reemprender la ebullición se desespuma, se le echa sal y se deja cocer lentamente. A las dos horas, añadir las judías verdes, las patatas, la calabaza, los chorizos y las morcillas. Dejar cocer hasta que esté blando. Las carnes y las hortalizas se sirven después conjuntamente.