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MALAHA: El crimen de Azpeitia...

El crimen de Azpeitia
3 de Diciembre de 2008 - 19:27:05 - Regina Otaola
Dos terroristas de ETA han asesinado al empresario Ignacio Uría en Azpeitia, al que previamente habían intentado amedrentar con amenazas explícitas, por ser el dueño de una de las empresas concesionarias en la construcción de la “Y” vasca.

Quiero en primer lugar transmitir mi cariño y solidaridad a la familia Uría, porque son ellos las víctimas de este atentado de ETA aunque los terroristas pretenderán estigmatizar la figura del gran empresario con su habitual jerga izquierdista, para tratar de justificar a posteriori lo injustificable. Creo que también es necesario mostrar todo el apoyo de las instituciones a las empresas que trabajan en el desarrollo de una infraestructura vital para el progreso de nuestra sociedad, un tren de alta velocidad que nos une con el resto de España y con el corazón de Europa, y que la gran mayoría de los vascos respalda con ilusión. Debemos sostener este esfuerzo, y defender a nuestros empresarios, porque son ellos los que generan riqueza y empleo y constituyen el auténtico motor de prosperidad para la sociedad vasca.

También quiero expresar que, al margen de la postura etarra contraria al AVE, que como cualquier otra reivindicación de los terroristas sólo debe merecernos indiferencia, lo que a mí me suscita este último crimen es una profunda tristeza y una enorme indignación, de nuevo, ante la conducta de muchos de los responsables políticos que podrían y deberían poner todo de su parte contra ETA-Batasuna, en vez de bailarles el agua y mostrarse tan comprensivos, en el fondo, con las reivindicaciones de eso que les gusta denominar “izquierda abertzale”.

Este crimen presenta además un paralelismo indudable con el de Isaías Carrasco, en cuanto que dos pistoleros han actuado sobre el terreno controlado por ANV para matar a bocajarro a una persona indefensa. Porque tanto en Mondragón como en Azpeitia, los compañeros batasunos de los asesinos etarras se han hecho con el control de la vida política y social gracias a que el Gobierno socialista les permitió concurrir a las elecciones municipales para no “criminalizarlos”. Y desde esos ayuntamientos se sigue fomentando a día de hoy una oposición radical al AVE que incluye algaradas callejeras, pancartas amenazantes y crímenes como los citados.

Yo, desde luego, sí que pienso que hay que criminalizar al entorno de ETA, porque son los representantes políticos de los terroristas la vanguardia etarra en cada pueblo, y lleva siendo igual desde hace décadas hasta que la Ley de Partidos puso punto y final a esa impunidad desquiciante. Los batasunos recogen datos para los etarras, informan a los asesinos sobre los movimientos de los posibles “objetivos” y crean el caldo de cultivo necesario para sus atentados, para que los atentados terroristas queden justificados a los ojos de los suyos, para que todos tengan una explicación racional sobre los motivos de la banda. Y es precisamente en esta labor de proselitismo y difusión de los planteamientos de ETA en la que los terroristas tienen como compañeros de viaje a PNV, EA, EB, Aralar y, fuera del País Vasco, a ERC o BNG.

Para todos estos partidos, la Ley de Partidos “criminaliza ideas”, cuando en realidad proscribe el acceso a las instituciones democráticas de los que soportan, jalean y encubren a los terroristas. “No todo el nacionalismo es ETA”, proclaman mientras rasgan sus vestiduras, pero lo cierto es que todo el nacionalismo institucional rechaza marginar social y políticamente a los que sí son abiertamente proetarras, y se limita a condenar los crímenes pero siempre queriendo deslindar a los que señalan de los que disparan, cuando eso es incompatible.

ETA-Batasuna es la misma mafia, ETA diseña las listas de ANV, como antes las de HB, porque precisamente ETA se vale de su brazo político para librar en las instituciones democráticas la batalla de la legitimidad de la violencia terrorista, para defender los objetivos de la banda y para marcar, acosar y expulsar a los disidentes de su dictadura del terror.

Y esto se podía haber evitado de aplicar en su día la Ley de Partidos, a lo que el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero renunció a sabiendas de lo que hacía.

Y esto se podía haber acabado después del asesinato de Isaías Carrasco en Mondragón, si el Gobierno hubiera aplicado la Ley para disolver los ayuntamientos, o si al menos el Partido Socialista hubiera insistido lo bastante para hacer prosperar mociones de censura en todos aquellos municipios donde ANV carece de mayoría absoluta por sí sola.

Y esto debería cambiar de una vez, si PNV y PSE, EA y EB, se dejaran de cuentos y artimañanas para blanquear a los colaboradores necesarios de ETA en municipios como Azpeitia y otros. Porque los números cantan: de los 17 concejales de la Corporación azpeitiarra, 8 son del PNV, 6 de ANV, 2 de EA y 1 de EB-Zutik, ¿cómo es que gobierna ANV? Pues debido al cambio de cromos de ANV con EA, que sumó sus votos a los de EB para arrebatar Azpeitia y Zumaia al PNV. Así, ANV gobierna y dispone en Azpeitia, mientras EA hace lo propio, con menos votos que ANV, en la alcaldía de Zumaia. Mondragón, Hernani, Pasajes, Soraluze, Legazpia… son otros de los ayuntamientos donde las mociones de censura podrían haber acabado con el régimen proterrorista de ANV. Las mociones de censura, no las mociones estéticas de PNV y PSE.

En vez de eso, este lunes todos los grupos junteros del Parlamento foral de Guipúzcoa, menos el PP, acudieron a rendir pleitesía al alcalde batasuno de Legazpia, legitimando políticamente a los que legitiman de continuo las amenazas, el chantaje, los bombazos… la represión terrorista de ETA, en definitiva.

Así es muy difícil trasladar a la sociedad la sinceridad de un rechazo al terrorismo que, por estos pagos, queda en agua de borrajas cada vez que los nacionalistas aluden al “conflicto político vasco” para tratar de amortiguar los crímenes, o cada vez que los socialistas vascos hablan de dialogar con los terroristas “si se dieran las condiciones”.

Lo único que ETA busca es que el Gobierno y los partidos políticos se sienten a negociar incondicionalmente sobre sus objetivos políticos, por lo que las únicas condiciones factibles para el diálogo son aquellas en las que los terroristas se den irremisiblemente por vencidos y procedan a entregar las armas. Y entonces, es evidente, poco habrá que negociar con ellos salvo los colores de los barrotes y las dimensiones de sus celdas. Puede que a los biempensantes de PSE y PNV esto les parezca demasiado crudo, pero entonces es que no acaban de entender en qué consisten las reglas de juego más elementales de la democracia. Y seguirán incurriendo en los mismos errores, o trampas, por su incapacidad para mirar de frente y sin miedo a los criminales.

Sin embargo, no podemos permitirnos desesperar, debemos perseverar hasta conseguir que se haga Justicia y se aplique con todo rigor el Estado de Derecho a los criminales etarras. Se lo debemos a Ignacio, a su familia, a todos los vascos de bien y a todas las víctimas de ETA.