MECINA BOMBARÓN
Mirando estás el mar desde la altura,
Enclave egregio. Pinos y castaños
Coronan altas cumbres, que largos años,
Incluso siglos, fueron espesura.
Naciste madre amante y con ternura
Arropas cielo y tierra. De tus caños,
Brillante plata, sedientos rebaños
Ofrendan su tributo a la frescura.
" Manzanos, Plaza Vieja, Los Corrales,
Barrio Alto, Casas Blancas, Arraíces,
Algaida, Laujar"... ¡tan naturales!
Recuerdo sus aromas y matices,
Ocultos tras las casas y bancales,
¡Nostalgia son de mis días felices!
(Miguel Pelegrina Pérez)
Dedicado a todos los Mecineros y a quienes, en la distancia, llevan dentro la esencia de este pueblo
Mirando estás el mar desde la altura,
Enclave egregio. Pinos y castaños
Coronan altas cumbres, que largos años,
Incluso siglos, fueron espesura.
Naciste madre amante y con ternura
Arropas cielo y tierra. De tus caños,
Brillante plata, sedientos rebaños
Ofrendan su tributo a la frescura.
" Manzanos, Plaza Vieja, Los Corrales,
Barrio Alto, Casas Blancas, Arraíces,
Algaida, Laujar"... ¡tan naturales!
Recuerdo sus aromas y matices,
Ocultos tras las casas y bancales,
¡Nostalgia son de mis días felices!
(Miguel Pelegrina Pérez)
Dedicado a todos los Mecineros y a quienes, en la distancia, llevan dentro la esencia de este pueblo
A MECINA EN SÍLABAS
Me deslumbra el incendio de tu frente,
Cirio el sol, despertando los caminos,
Navega por la nieve de los pinos,
Bomba gigante, su cristal ingente.
Bajan claras las aguas de la fuente,
Rondando sus acordes cristalinos
Terreras, llanos y aspas de molinos
Llenos de vida, de jugo nutriente.
Volátiles fueron y ya lejanas
En el tiempo, las felices vivencias,
el suave despertar de las mañanas,
colores, aromas, suaves cadencias,
racimos dorados, dulces manzanas,
zona feliz, torbellino de esencias.
Sentir estas dolencias
Es llevar este pueblo de Mecina
En boca, corazón, y en la retina.
(Miguel Pelegrina Pérez 13/10/2016)
Me deslumbra el incendio de tu frente,
Cirio el sol, despertando los caminos,
Navega por la nieve de los pinos,
Bomba gigante, su cristal ingente.
Bajan claras las aguas de la fuente,
Rondando sus acordes cristalinos
Terreras, llanos y aspas de molinos
Llenos de vida, de jugo nutriente.
Volátiles fueron y ya lejanas
En el tiempo, las felices vivencias,
el suave despertar de las mañanas,
colores, aromas, suaves cadencias,
racimos dorados, dulces manzanas,
zona feliz, torbellino de esencias.
Sentir estas dolencias
Es llevar este pueblo de Mecina
En boca, corazón, y en la retina.
(Miguel Pelegrina Pérez 13/10/2016)