Soy un molviceño que lleva toda la vida trabajando en Barcelona, y, como tantos otros, decidí venirme a mi pueblo una vez jubilado.Cual fue mi sorpresa cuando me di cuenta que mi pueblo de siempre, con los vecinos de siempre, ya no era tal.Molvízar ahora era Rumanía.Quién lo iba a decir , los herederos de la antigua Dacia, habían cambiado los bosques de la mítica Transilvanía por nuestro pueblo.La cosa no quedó ahí.Siguió aumentando el número de inmigrantes rumanos, y nuestro pueblo tiene hoy una importante población rumana.Todos hemos tenido que adaptarnos en los últimos años a ritmos forzados al aumento de la inmigración en España, especialmente los mayores, porque hemos vivido durante una época en la cual este fenómeno se daba en menor proporción.No estoy en contra de que vengan personas a nuestro pueblo, pero pienso que las cosas se deberían hacer de otro modo.Por ello apelo a un incremento de la responsabilidad compartida entre los molviceños y el consistorio municipal.Al final, pasa lo de siempre, lo que importa es el dinero, da igual que se metan 18 en una casa.Y nosotros vemos con preocupación cómo desciende la calidad de vida de nuestro pueblo.Esto ya no es lo que era.Muchos molviceños vemos con preocupacíon estos cambios repentinos en nuestro pueblo.Inmigrantes sí, rumanos, árabes, etc, sí, pero las cosas necesitan otra mesura y otra responsabilidad.La solución es de todos.