Todo el mundo tiene derecho a darse un chapuzón.
Y los trastoristas más que nadie, se ganan el
pan con el susdor de su frente.
El olor a cordero, es el signo más evidente de que tienen un trabajo duro y que les honra, que si, que podían usar un poco de BYLY fOR MEN, O EAU DE TOILETTE, pero acostumbrar a la gente de mayor a unos usos a los que no están habituados no es tare facil, y menos cuando terminas cansado y no tienes ni puñetera gana de mirate al
espejo.
Asi que dejemos que cada uno huela
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