Articulo de, Arturo Gonzales.
Si la cosa se pone verdaderamente mal, posible si no probable, ¿ustedes qué piensan hacer? ¿Aguantar y entrar gradualmente en la pobreza, permanecer en ella los que ya están? ¿Hacer como en Grecia? ¿Salir a la calle diez millones de personas para exigir la dimisión del Presidente por decir que no iban a intervenir a los bancos? ¿Conserva el Presidente alguna credibilidad, o miente tanto como habla, tanto como promete y no cumple? ¿En que han variado las circunstancias para los incumplimientos? ¿Caeremos en la desesperación nacional, en la violencia incluso, o estamos enteramente domesticados? ¿No nos aplastarían si acudiéramos a la violencia? ¿Existe alguna posibilidad de involución política? ¿Esto no tiene arreglo? ¿Será cierto el principio de que todo lo que puede empeorar empeora? ¿Permitiremos que nos reduzcan drásticamente las pensiones ya exiguas, que nos bajen aún más los salarios, que nos despidan, que ya no haya ninguna esperanza de encontrar trabajo? ¿A la policía le mantendrán sus sueldos para que nos repriman sin dudarlo ni temblarles la porra? ¿Seremos definitivamente un país hundido? ¿Somos alarmistas, pesimistas? ¿Se acentuará la crispación y odio hacia los ricos que aún lo serán y que se han llevado el dinero? ¿Los banqueros podrán pasear por la calle? ¿Seguirán siendo culpables los que no lo son, los ciudadanos, y no culpables los que lo son, el poder financiero? ¿Qué clase de timo histórico es éste? ¿Qué nueva lucha de clases?
¿No existirá un político de talla que se dirija seriamente a Europa y a Merkel y les diga ‘miren, pagaremos pero a más largo plazo, y si no no pago nada, y me salgo y Dios dirá. Pero no puedo, ni quiero, someter al pueblo a la humillación y a la reducción de un mínimo, ya no digo aceptable, bienestar y convertirlos a todos en mendigos. Sabemos que hay que pagar si estamos en el club, pero si nos lo ponen imposible nos vamos. Ustedes también quedarán escaldados. Sí, esto es una advertencia, una amenaza si prefieren llamarlo así. Miren, el mundo del comercio no se acaba en ustedes. Y si hace falta la gente prefiere volver al trueque, ustedes no saben de lo que son capaces los españoles si se cabrean. Miedo me dan. De modo que ustedes dirán. A ver si se atreven a decirnos que no’.
Y señores ricos, no se escondan, el que no esté dispuesto a colaborar que se marche, pero no volverá ni habrá sicavs ni amnistías fiscales ni de nada.
Y señores banqueros, si se ponen tontos y no se avienen a razones, les hipotecamos los bancos sin dación alguna y nos los quedamos y ustedes se van a la puta calle. O dan crédito razonable o rompemos la baraja. Porque ustedes, a pesar de sus enormes activos tóxicos, siguen ganando una pasta gansa, ¿o son todos ustedes unos falsarios?, de modo que apechuguen.
Y no se preocupen, el Ejército lo aceptará, están dolidos porque les van a hacer pagar la mitad de la comida o rancho.
Y la Iglesia, oh, asombro, ningún periodista le dijo a Rajoy, ‘pero señor Rajoy, ¿cómo alega usted que los socialistas no lo hicieron en 20 años y ahora sí quieren hacerlo: usted hacía lo que quería cuando era ministro de varias cosas al margen de lo que decidiese el señor Aznar ¿Y tanto pasmo le da que se denuncie un tratado internacional con un Estado llamado Vaticano y Santa Sede como si fuera un crimen de lesa humanidad?
Sí. España es un basurero de inmundicias y ambiciones, un país corrompido en todos sus estamentos desde las famosas mayorías absolutas de Felipe González, un país ideológica y económicamente caído en la abyección, una trampa cruel, un dolorosa experimento, España, país de incompetentes. Si la cosa se pone peor, veremos si los ciudadanos siguen avalando todo eso. La mecha está encendida. La encendió ayer el señor Rajoy con su maestría para la soberbia, el cinismo y la ignorancia.
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Gota que COLMA EL VASO Y CABREA AL LUCERO DEL ALBA: Un Directivo de Bankia, Antonio Izquierda, se lleva una indemnización de 14 millones de euros. / Como peccata minuta, el ex presidente de Bankia, Rodrigo Rato, ganó el año pasado 2,4 millones, y el ex vicepresidente, José Luis Olivas, 1,7 millones. Nadie sabe cuánto gana el actual presidente Goirigolzarri ni sus vicepresidentes. ¡Al rico pastel, que paga el Estado, es decir, los ciudadanos!
Si la cosa se pone verdaderamente mal, posible si no probable, ¿ustedes qué piensan hacer? ¿Aguantar y entrar gradualmente en la pobreza, permanecer en ella los que ya están? ¿Hacer como en Grecia? ¿Salir a la calle diez millones de personas para exigir la dimisión del Presidente por decir que no iban a intervenir a los bancos? ¿Conserva el Presidente alguna credibilidad, o miente tanto como habla, tanto como promete y no cumple? ¿En que han variado las circunstancias para los incumplimientos? ¿Caeremos en la desesperación nacional, en la violencia incluso, o estamos enteramente domesticados? ¿No nos aplastarían si acudiéramos a la violencia? ¿Existe alguna posibilidad de involución política? ¿Esto no tiene arreglo? ¿Será cierto el principio de que todo lo que puede empeorar empeora? ¿Permitiremos que nos reduzcan drásticamente las pensiones ya exiguas, que nos bajen aún más los salarios, que nos despidan, que ya no haya ninguna esperanza de encontrar trabajo? ¿A la policía le mantendrán sus sueldos para que nos repriman sin dudarlo ni temblarles la porra? ¿Seremos definitivamente un país hundido? ¿Somos alarmistas, pesimistas? ¿Se acentuará la crispación y odio hacia los ricos que aún lo serán y que se han llevado el dinero? ¿Los banqueros podrán pasear por la calle? ¿Seguirán siendo culpables los que no lo son, los ciudadanos, y no culpables los que lo son, el poder financiero? ¿Qué clase de timo histórico es éste? ¿Qué nueva lucha de clases?
¿No existirá un político de talla que se dirija seriamente a Europa y a Merkel y les diga ‘miren, pagaremos pero a más largo plazo, y si no no pago nada, y me salgo y Dios dirá. Pero no puedo, ni quiero, someter al pueblo a la humillación y a la reducción de un mínimo, ya no digo aceptable, bienestar y convertirlos a todos en mendigos. Sabemos que hay que pagar si estamos en el club, pero si nos lo ponen imposible nos vamos. Ustedes también quedarán escaldados. Sí, esto es una advertencia, una amenaza si prefieren llamarlo así. Miren, el mundo del comercio no se acaba en ustedes. Y si hace falta la gente prefiere volver al trueque, ustedes no saben de lo que son capaces los españoles si se cabrean. Miedo me dan. De modo que ustedes dirán. A ver si se atreven a decirnos que no’.
Y señores ricos, no se escondan, el que no esté dispuesto a colaborar que se marche, pero no volverá ni habrá sicavs ni amnistías fiscales ni de nada.
Y señores banqueros, si se ponen tontos y no se avienen a razones, les hipotecamos los bancos sin dación alguna y nos los quedamos y ustedes se van a la puta calle. O dan crédito razonable o rompemos la baraja. Porque ustedes, a pesar de sus enormes activos tóxicos, siguen ganando una pasta gansa, ¿o son todos ustedes unos falsarios?, de modo que apechuguen.
Y no se preocupen, el Ejército lo aceptará, están dolidos porque les van a hacer pagar la mitad de la comida o rancho.
Y la Iglesia, oh, asombro, ningún periodista le dijo a Rajoy, ‘pero señor Rajoy, ¿cómo alega usted que los socialistas no lo hicieron en 20 años y ahora sí quieren hacerlo: usted hacía lo que quería cuando era ministro de varias cosas al margen de lo que decidiese el señor Aznar ¿Y tanto pasmo le da que se denuncie un tratado internacional con un Estado llamado Vaticano y Santa Sede como si fuera un crimen de lesa humanidad?
Sí. España es un basurero de inmundicias y ambiciones, un país corrompido en todos sus estamentos desde las famosas mayorías absolutas de Felipe González, un país ideológica y económicamente caído en la abyección, una trampa cruel, un dolorosa experimento, España, país de incompetentes. Si la cosa se pone peor, veremos si los ciudadanos siguen avalando todo eso. La mecha está encendida. La encendió ayer el señor Rajoy con su maestría para la soberbia, el cinismo y la ignorancia.
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Gota que COLMA EL VASO Y CABREA AL LUCERO DEL ALBA: Un Directivo de Bankia, Antonio Izquierda, se lleva una indemnización de 14 millones de euros. / Como peccata minuta, el ex presidente de Bankia, Rodrigo Rato, ganó el año pasado 2,4 millones, y el ex vicepresidente, José Luis Olivas, 1,7 millones. Nadie sabe cuánto gana el actual presidente Goirigolzarri ni sus vicepresidentes. ¡Al rico pastel, que paga el Estado, es decir, los ciudadanos!